Todos mienten es una metáfora de la existencia real. La serie se estrenó el 28 de enero en Movistar+ y a través de la vida de un grupo de parejas el espectador puede sentir los miedos, las mentiras y los dobles juegos que existen en una sociedad aparentemente casi perfecta. Pau Freixas, creador y director de esta historia, ha cargado los argumentos sobre los hombros de cinco mujeres que están interpretadas por Natalia Verbeke, Irene Arcos, Miren Ibarguren, Amaia Salamanca y Eva Santolaria. También están en elenco, por la parte masculina, Leonardo Sbaraglia, Ernesto Alterio, Jorge Bosch, Juan Diego Botto y Lucas Nabor. Estos son los personajes centrales de un relato que muestra muchas de las flaquezas que afectan a la sociedad actual, donde la mentira es a veces costumbre y otras pura barrera social.

Todos mienten. Algunos esperaban una serie sobre políticos...Todos mienten

Ja, ja, ja, pues ya ves que no. De alguna forma u otra, nuestra vida está hecha de mentiras; a veces son pequeñas, muchas otras son eso que llamamos mentiras piadosas...

Un eufemismo, porque son mentiras, al fin y al cabo.

Sí, es verdad, y a veces son mentiras más gordas, pero todos mentimos. En ocasiones incluso son mentiras que nos decimos a nosotros mismos para mantener el status quo.

Así que en el fondo somos una colección de mentirosos.

Es que decir la verdad siempre no sé si te permitiría tener relaciones personales. Hay algo de las mentiras que está como muy asumido, aunque las mentiras de los políticos, que es por donde hemos empezado, son muy sangrientas. En el fondo, ellos representan a todos su votantes y mentir ahí es un tema muy delicado. Pero en esta serie tocamos el tema de las mentiras más íntimas, aquellas que afectan al entorno directo.

¿Mentiras para vender una imagen?

Por supuesto. Todos queremos dar la imagen que más nos representa o que más nos interesa. Todos queremos ser aceptados, queremos que nos incluyan otras personas en sus planes, en sus vidas, y si para eso tenemos que mentir, lo hacemos sin ningún tipo de rubor.

Un argumento muy traicionero, porque usted nos lleva a un paraíso, un lugar donde todo parece perfecto...

Es que así son los paraísos, o lo que buscamos en ellos, pero siempre hay grietas, siempre hay algo que no es tan perfecto.

Ya, pero en su historia todo resulta muy extremo. Una profesora se acuesta con un alumno que es el hijo de su mejor amiga. Empieza a rodar un vídeo con esta relación, aparece un cadáver...

Esta serie nace de la voluntad de contar una historia de misterio, de suspense, pero es una narración contada a través de personajes llenos de imperfecciones y quería que lo que construyera el relato fueran precisamente esas imperfecciones, sus incoherencias, sus momentos impulsivos. No quería un thriller con personajes maquiavélicos, quería personas reales.

Pero en un lugar donde nada está fuera de su sitio y que es de clase alta.

Es un poco la idealización que tenemos todos de cierta forma de vida. Además, está lo de pensar que todo va bien, el positivismo que vendemos a través de las redes sociales.

Ha puesto el peso de las tramas en mujeres.

Sí, he canalizado encantos y frustraciones a través de las mujeres de la serie. Una tiene todo lo que quiere, todo con lo que ha soñado, pero quiere liberarse de ello porque se siente asfixiada. Otra se vuelca en el cuidado de los hijos y de su marido, pensando cada vez menos en ella misma. Está también la que tiene un trauma del pasado e intenta que el mundo sea pequeño...

Y a estas insatisfacciones se suma ese vídeo sexual.

La salida de ese vídeo de la profesora acostándose con el hijo de su mejor amiga es el detonante que va sacando todas las miserias, las dudas y los miedos de los personajes. La serie es un juego para que el espectador pueda desentrañar el misterio. A través de los personajes, aunque sean de una clase que nos queda un poco alejada, todos podemos reconocer en sus miserias las nuestras.

En la serie hay cierto toque de humor, aunque esté pintado de negro.

La idea también está en el tono. Yo no quería hacer una serie trascendente; es un thriller que tiene elementos dramáticos y también le he dado un toque de comedia con cierta frivolidad y cinismo. Pienso que la historia también evoluciona. Al principio es más fresca, pero según se va desarrollando hay otra serie de temas que se van tocando.

¿Hay posibilidad de una segunda temporada?

La hay, pero en esto nunca se sabe. También tengo un par de proyectos con los que ahora me estoy empezando a mover y no sé dónde me apoyaré. Depende de por dónde fluya todo tomaré una u otra decisión.

¿Qué importancia tienen las redes sociales en Todos mienten

Sobre todo las usamos en el detonante de toda la historia. Los personajes viven su eterno verano en esas casas maravillosas y no están todo el día de cara al móvil o a la pantalla, pero sí que nos han servido para contar esa sensación de fragilidad que tenemos ahora. Cualquier secreto nuestro se pone en las redes y de repente lo sabe el mundo entero. Es algo perverso y peligroso, así que hay que ser cuidadoso con lo que se comparte en redes, porque puede convertirse en una ola que luego no se puede parar.

Usted está ahora en Movistar +. ¿Las plataformas son el balón de oxígeno que necesitaba el mundo audiovisual?

Nos alimentamos mutuamente. Las plataformas necesitan contenido y el mundo audiovisual necesitan un soporte para poder contar sus historias. Nos hemos enriquecido todos en ese sentido. Que haya más ventanas donde colocar tus productos permite que haya más opciones y más colores. Evidentemente, eso nos ha dado la vida. Creo que las plataformas son fruto de una sociedad que cada vez consume con mayor voracidad y hay que alimentar a ese consumidor. Los creadores tenemos ahora en ellas nuestra ventanita, la misma que antes era la televisión en abierto.

Se supone que mejor, ¿no?

Podríamos decir que sí. Ahora a los autores se nos tiene mucho en cuenta, antes el productor mandaba más. En estos momentos, la perspectiva desde donde se cuentan las cosas es donde está la diferencia. Las plataformas demandan productos distintos, y pueden verse en el mundo entero.

Y además nos las tragamos con gula y glotonería.

Ja, ja, ja... Eso depende. Todo son opciones al gusto del consumidor.

PERSONAL

Edad: 48 años.

Lugar de nacimiento: Barcelona.

Familia: Está casado con la actriz Eva Santolaria y tienen dos hijos, de 11 y 7 años.

Trayectoria: Es director, guionista y productor de cine y televisión. En 2001 escribió y dirigió su primer largometraje, Cactus. En su haber tiene títulos televisivos muy reconocidos. El primero de ellos fue R.I.S. Científica. La serie tenía muy buena factura, pero los resultados la condenaron a una sola temporada. Dirigió varios capítulos de Los misterios de Laura, pero su gran acierto fue Pulseras rojas. La ficción triunfó en TV3, saltó a otras autonómicas y también fue emitida por Antena 3. Posteriormente estuvo al frente de Sé quién eres. El pasado 28 de enero estrenó en Movistar+ el thriller Todos mienten.