EL pequeño de la familia BMW está desde ayer en los concesionarios. La casa bávara no renuncia a la victoria en la batalla por el mercado de los automóviles compactos Premium y lleva a primera línea una tercera entrega del Serie 1. El moderno estilo estético de la firma engalana este escueto coche con toques de elegancia y dinamismo para transformarlo por completo. En su viaje hacia la excelencia, BMW vuelve del revés el proyecto conocido, modificando su configuración al adoptar únicamente carrocería de cinco puertas y tracción delantera en lugar de propulsión. El Serie 1 debuta proponiendo tres motorizaciones turbodiésel escalonadas, con 116, 150 y 190 CV, así como una a gasolina de 140 CV y otra eminentemente deportiva con 306. La tarifa inicial del modelo discurre por una horquilla económica que va de 28.800 a 51.700 euros.

La decisión de cambiar la disposición mecánica del vehículo no se limita a desviar la energía de los propulsores de las ruedas traseras a las frontales. Además, los motores se ubican a partir de ahora en posición delantera transversal en vez de longitudinal. Una y otra modificación contribuyen a liberar espacio interior (desaparece el túnel de transmisión a bordo), lo que permite a BMW sostener que el vehículo gana habitabilidad pese a comprimir ligeramente su hechura.

El nuevo Serie 1 mide 4,32 metros de largo y separa 2,67 metros sus ejes, cotas unos milímetros menores a las de la edición que se jubila; en cambio, anchura y altura son ahora ligeramente mayores. Los beneficiarios de la ampliación de la cabina son los inquilinos del asiento trasero, que disfrutan de tres centímetros más para las piernas y de casi dos adicionales respecto al techo. Crece asimismo el volumen portaequipajes, ampliado en 20 litros para ofrecer 380, con lo que el modelo se sitúa al nivel de los mejores candidatos de la categoría.

Estos no son otros que los vástagos con proporciones escuetas de las familias Premium, principalmente con pasaporte alemán. En ese club liderado por el Mercedes-Benz Clase A destaca también el Audi A1; BMW no se conforma con que su Serie 1 siga siendo tercero en discordia. Otros aspirantes bien posicionados son el MINI, el Volvo V40, e incluso algunas facturas sofisticadas de compactos generalistas.

Con el fin de birlar clientes a todos ellos, el nuevo pretendiente al trono evoluciona ligeramente su estampa para garantizar frescura y capacidad de seducción; de paso estrecha vínculos estéticos con las últimas creaciones de la casa. Su semblante atrae miradas con el llamativo ‘hocico de tiburón’ característico de BMW, presidido por la no menos singular parrilla activa de los dos ‘riñones’. Además, los grupos ópticos LED sesgados confieren a las facciones del coche un impactante aire felino. De todos modos, parece como si la creatividad de los diseñadores mermara a medida que se avanza hacia la zaga del vehículo, resuelta de modo eficaz aunque bastante menos conmovedor.

La puesta en escena del Serie 1 varía notablemente en función del acabado que se elija de los cuatro propuestos. Cada uno de ellos muestra una apariencia, un equipamiento y un precio específicos. Las dotaciones de serie contemplan el cuadro digital, servicios de conectividad con asistente personal por voz, un sistema de frenada de emergencia en ciudad capaz de reconocer peatones y ciclistas, la alerta por cambio involuntario de carril, controles de tracción y vectorial para agilizar el paso por curva, así como el selector de modos de conducción. Este ‘Driving Experience Control’ propone cuatro estilos de reacción del vehículo (Eco, Comfort, Sport y Sport+) y adapta a la elección la respuesta de motor, transmisión, suspensión, dirección e incluso climatización.

De manera voluntaria, la clientela del Serie 1 puede solicitar y sufragar distintos recursos complementarios hasta ahora solo al alcance de sus hermanos de alta gama. Uno es el programador de velocidad activo, que adapta a las circunstancias del tráfico el avance del coche, llegando a detenerlo y a reanudar la marcha si es preciso. También están disponibles el sistema de estacionamiento semiautónomo, el guiado marcha atrás para desandar los últimos cincuenta metros recorridos hacia delante, la alerta por tráfico cruzado con función de frenada automática, dos tipos de suspensión alternativa, proyección de datos en el parabrisas, control gestual del sistema operativo, llave digitalizada, techo panorámico, portón eléctrico, etc.