Ser el número uno, tener el honor de encabezar las listas de modelos más vendidos en un país, como ha logrado el Seat León el pasado 2019 en nuestro país y ya van tres años consecutivos, es uno de los objetivos de las marcas fabricantes. Primero, porque significa que el mercado responde favorablemente y la cuenta de resultados arroja un balance positivo, y, segundo, y tan importante como lo anterior, porque también aporta un prestigio que a una marca generalista, en un entorno de competencia cada día más exigente, le da un plus que la distancia respecto al resto de firmas. Seat está de enhorabuena.

Durante el pasado ejercicio entregó 574.100 coches y superó su récord de 2018 (517.600 unidades), fue además de líder en ventas en España, la tercera marca más vendida en Austria, superó sus propios registros en mercados como Alemania, Reino Unido, Suiza, Polonia, Israel, Suecia y Dinamarca; elevó en más de un 70% las ventas de Cupra (24.700 ejemplares frente a 14.400 de 2018), su división deportiva; y además se permitió el lujo de entregar 11.000 patinetes eléctricos EXS, paso previo a un proceso de electrificación que tiene para 2020 como protagonistas a su primera scooter eléctrica, la llegada del Mii eléctrico y la ampliación de la gama del León con versiones híbridas e híbridas enchufables.

Y todo esto en el año en el que se renueva uno de sus modelos estrella, el Seat León, un ejemplar que demuestra que frente a la creciente tendencia de compradores de vehículos SUV también gana relevancia la presencia de un usuario que demanda un turismo compacto práctico y funcional a la vez que moderno, dotado de la más avanzada tecnología en conectividad, seguridad y eficiencia, y con un diseño, prestaciones y carácter de alto nivel, asociado además a un precio muy competitivo y disponible tanto en carrocería compacta de cinco puertas como en una cada vez más elegante versión familiar.

La cuarta generación del León crece también en dimensiones (8,6 centímetros el compacto y 9,3 el Sportstourer, con lo que llega respectivamente a los 4,368 y 4,642 metros de largura, lo que reporta más espacio interior y un maletero de 380 y 617 litros, 30 más en el familiar); llega dotada de una nueva tecnología de iluminación (luz ambiental envolvente, luz trasera en toda la parte posterior, luces intermitentes dinámicas, faros full led y luces de bienvenida), está provisto de una amplia gama de propulsores (gasolina TSI de 90, 110, 130, 150 y 190 CV, diésel TDI de 110 y 150 CV y con la posibilidad de tracción total 4Drive en el de 150 CV, gas natural comprimido (TGI de 130 CV) e hibridación de bajo y medio nivel (110 y 150 CV) junto al híbrido enchufable PHEV (204 CV) con autonomía en modo eléctrico de hasta 60 kilómetros.

La seguridad, como no podía ser menos, también se sitúa en un nivel de referencia. Asistencias a la conducción como el control de crucero adaptativo predictivo, el asistente de emergencia 3.0, el asistente de viaje, el lateral y el de salida combinan las ayudas hasta ahora conocidas con decisivas innovaciones que mejoran ampliamente su funcionalidad. Asimismo, la conectividad sigue dando pasos adelante en el que Seat define como su "primer automóvil totalmente conectado: conectividad dentro del vehículo (Full Link que incluye Android Auto y AppleCarPlay inalámbrico, funciones y servicios en línea) y conectividad fuera del vehículo (Seat Connect).

A la espera de su llegada en el segundo trimestre de 2020 y también de conocer los precios definitivos de sus diferentes versiones y acabados (Reference, Style, Xcellence y FR), todo apunta a que Seat ha vuelto a dar en el clavo y tiene argumentos de sobra para seguir reinando con todos los honores.