EEUU. Un cazador del condado de Doña Ana, en Nuevo México, EEUU, recibió un disparo en la espalda mientras estaba estacionado con su furgoneta en una zona de caza. Sonny Gilligan, de 74 años, fue disparado de manera accidental por uno de sus perros, el cual pisó con su pata el gatillo de una escopeta que el cazador trasladaba en la parte trasera de su vehículo sin el seguro. "Charlie (el perro) metió la pata en el gatillo de la escopeta y yo me incliné hacia adelante, él se levantó del asiento, apretó el gatillo y disparó", declaró Gilligan al El Paso Times. "Fue un accidente raro, pero es verdad, eso es lo que sucedió", continuó. La bala disparada por Charlie, un perro de raza Weiler, atravesó el asiento del conductor y entró en la espalda de Gilligan, rompiéndole varias costillas y la clavícula. Tuvo suerte de sobrevivir. "Fui muy afortunado de poder llegar a mi teléfono. Los primeros en responder (la Oficina del Sheriff del Condado de Doña Ana) me salvaron la vida. Si esperan 10 minutos más, me habría muerto. Perdí tanta sangre. Sé que en realidad pasé al otro lado antes de llegar al hospital, pero pudieron reanimarme y traerme de vuelta", contó la víctima al citado medio. Cuando los agentes le encontraron, Gilligan fue trasladado en helicóptero a un hospital en El Paso (Texas), donde fue sometido a varias cirugías.