FRANCIA. El vuelo U24319 de la compañía EasyJet, que viajaba de Lyon a Rennes en Francia el pasado viernes, se vio obligado a regresar a su punto de partida, debido a una llamada telefónica anónima que informaba de la presencia de una bomba a bordo del avión. El autor de los hechos es un estudiante de 23 años que no quería que sus padres, que viajaban en el avión, lo visitaran en Rennes, según informó Le Figaro. Por esta denuncia fraudulenta, el joven se podría enfrentar a cinco años de prisión y a una multa de 75.000 euros por comunicación falsa comprometedora para la seguridad de un avión en pleno vuelo.