taiwán - Ben Hsu, un joven taiwanés, se quedó dormido con los AirPod puestos con la mala fortuna de que, al día siguiente, se despertó sin uno de estos auriculares inalámbricos, publicó ayer Daily Mail. Tras buscarlo impetuosamente entre las sábanas, Hsu cogió su iPone y activó la función de búsqueda para que el auricular emitiese sonido. Al principio no fue capaz de determinar de donde venía el pitido, pero , al cabo de un tiempo, descubrió que la fuente del ruido era él mismo, concretamente su estómago. Ante esto, el joven acudió al hospital, donde los médicos aseguraron con una radiografía que el audífono estaba en su tripa. Por suerte, la batería del dispositivo no estaba expuesta, así que le recetaron un laxante y le encomendaron verificar si el dispositivo encontraba la salida correctamente, ya que, de no hacerlo, la única opción era extraerlo quirúrgicamente. Finalmente, el Airpod salió sin dificultad al día siguiente, por lo que, tras limpiarlo, Hsu averiguó que la cubierta de plástico del audífono lo había protegido de los jugos gástricos y, de hecho, seguía funcionando.