eeuu - Una estadounidense se vio obligada a morder los testículos de un camello, después de que el animal se le sentara encima cuando intentaba rescatar a su perro dentro del corral del dromedario. La mujer paseaba con su novio y su mascota por los alrededores de una parada de camiones en la localidad de Grosse Tetem, en el estado de Luisiana (EEUU). En esa zona hay un pequeño parque temático que, a modo de atracción para los visitantes, exhibe en encierro algunos animales exóticos. Su mascota se metió en el corral de un camello macho llamado Caspar. Negado el perro a obedecer los llamados de sus dueños, y a fin de evitar que el dromedario lo lastimara, ambos decidieron entrar allí para buscarlo, arrastrándose por debajo del cercado. El camello, en represalia o quizá asustado, se echó sobre sus patas encima de la joven y la aprisionó contra el suelo. Ante la desesperante situación, la mujer reaccionó mordiendo los testículos del animal, que se levantó despavorido. Tras el hecho, la joven debió ser hospitalizada, aunque no se reportaron lesiones de gravedad. Los administradores del sitio, por su parte, no encontraron razones suficientes para responsabilizar por lo ocurrido al dromedario, y más bien certificaron que este se encontraba “bajo encierro” y que había letreros de advertencia para los visitantes, en los que se dejaba en claro que había que permanecer a cuando menos “tres metros de distancia”. Finamente, se resolvió citar ante la justicia a la pareja, por violación de la ley de propiedad privada. Además las leyes locales prohíben que los perros estén sueltos.