japón - Un grupo de investigadores japoneses liderados por Tomoki Kojima decidió comprobar qué sucedía al pintar a un grupo de seis vacas negras japonesas con el característico patrón rayado de las cebras. Diversos estudios remarcaron la utilidad evolutiva que puede haber tenido para las cebras su característico patrón de rayas negras y blancas para mantener alejados a los insectos de la sabana. Aunque se han propuesto otras explicaciones, como la posibilidad de que ayude a despistar a los depredadores o que tenga alguna función termoreguladora, la hipótesis de que les sirve para librarse de las dolorosas picaduras de los tábanos cobra cada vez más fuerza. Los autores del estudio pintaron a las reses y las observaron durante tres días con cámaras de alta resolución que les permitían hacer un recuento del número de insectos que se les acercaban. El número de insectos contabilizados alrededor de las vacas pintadas con el patrón de rayas era menos de la mitad del registrado en las vacas sin pintar y mucho menos que en las vacas pintadas con pintura negra.