El artista chino Quan Likum saltó a la fama por utilizar vehículos viejos para construir asombrosas reproducciones de transformers, coches que se despliegan adquiriendo forma humanoide en la película de Hollywood que les da nombre. Según explica el creador, toma alrededor de un año completar cada transformer, ya que, asegura, garantizar la fluidez del movimiento de los modelos, así como el correcto funcionamiento de sus comandos, no es tarea sencilla. Cada uno de los robots es construido siguiendo plantillas creadas a partir de los personajes de las series que posteriormente se rodaron, a las cuales se le agregan partes de autos viejos, además de algunas piezas fabricadas a medida. Hasta el momento, el modelo más grande construido por Likum y su equipo de trabajo tiene una altura superior a 12 metros.