El dolor orofacial se considera en la actualidad como el segundo dolor crónico con más incidencia en el mundo tras el lumbar, con la particularidad de que su incidencia afecta por igual a personas jóvenes que a mayores. Sin embargo, y en contra de lo que muchos creen, "el bruxismo es una de las patologías que pertenecen a este grupo y que se puede tratar con fisioterapia", dicen los expertos desde Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (COFICAM) .

El bruxismo es una actividad repetitiva de la musculatura masticatoria caracterizada por el apretamiento o rechinamiento dentario. La causa de esta dolencia se desconoce, pero hay diversas teorías que lo relacionan con trastornos psicoemocionales, genéticos, farmacológicos, neurofisiológicos o con una mala oclusión. Quizás la más conocida sea la relacionada con el estrés.

Aunque como queda dicho presenta una incidencia del 20% de la población, únicamente se considera patológico el 5%. El fisioterapeuta y máster en dolor orofacial y temporomandibular Marcos Iglesias Peón afirma que, aunque esta patología está cada vez mejor definida y clasificada, todavía no está clara su fisiopatología. "Nuestra labor como fisioterapeutas no debe de ser solo el tratamiento de sus consecuencias, especialmente musculares en la musculatura masticatoria y cervico-dorsal, sino que deberíamos formar parte de un equipo multidisciplinar en el que otros profesionales junto con el fisioterapeuta, puedan identificar y tratar la posible causa desencadenante o perpetuante de la patología", dice.

En este sentido, se puede afirmar que "los dientes no son los culpables del bruxismo, sino las víctimas", y de hecho, este fisioterapeuta asegura que el bruxismo no va de los dientes para arriba, sino del cerebro para abajo.

Y una vez dicho esto, la pregunta es: ¿por qué acudir a un fisioterapeuta?

"Los pacientes que vienen a nuestras consultas, bien derivados o por propia iniciativa, presentan dolor facial, dolor muscular, hipersensibilidad dentaria, dolor de cabeza especialmente matutino (si el bruxismo es nocturno, el más común), sensibilidad y dolor en la articulación temporomandibular e interrupciones del sueño. Muchos llegan incluso con las famosas férulas, que a unos les van bien y a otros solo les protegen del desgaste dentario. Al final, lo importante es el feedback que producen temporalmente a nivel del Sistema Nervioso Central, sin olvidar que aumentaran la fuerza de presión mandibular", sostiene este especialista.

En una consulta de Fisioterapia se puede utilizar todas las herramientas que tienen los profesionales para elaborar un diagnóstico certero y poner el tratamiento adecuado. Sin embargo, Marcos Iglesias matiza que "debemos saber derivar y enfocar al paciente a la terapia de disminución de la actividad simpática, inculcar unos buenos hábitos alimenticios, una buena higiene del sueño y acondicionamiento físico; en definitiva, la salud global del paciente".