Frente a la sobresaliente cartelera, y a pesar de tener mucho donde elegir, mayoritariamente optamos por las menos tranquilas. Esa peculiar atracción por los perfiles más psicopáticos es algo que nos genera adrenalina y una liviana tensión.

Asesinos en pantalla

En los últimos tiempos ha habido un gran auge de cine y literatura maquiavélica, hasta tal punto que incluso parece que se intentar humanizar a los personajes más lunáticos.

Durante los últimos años, la industria televisiva y cinematográfica ha investigado ese deseo o placer por los personajes psicópatas. La apariencia, los tatuajes y el carisma hacen de estos individuos estrellas de la actuación.

Dejando a un lado a los villanos más clásicos como ‘Cruella de Vil’ o el ‘Joker’, es tanta la obsesión por este tipo de papeles, que la misma industria cinematográfica ha tratado de recuperar, renovar y reconstruir por la gran demanda que suscitan.

Julia Shaw, psicóloga criminalista, afirma que la razón de esta fascinación por este tipo de películas se debe a la curiosidad por saber más del personaje: “Por lo general, cuando vemos películas sobre asesinos y psicópatas no solamente nos cuentan un suceso, también tenemos la oportunidad de tener más detalles sobre su vida”.