Lo dijo Aída Nízar (la que hablaba de sí misma en tercera persona) en los tiempos en que se hizo famosa gracias a su temprana expulsión en Gran Hermano y ahora lo ha dicho también (pero a buen seguro que no sabe quién es Aída Nízar) Kim Kardashian: que se ha pasado muchos años sin llevar ropa interior. Y le han llovido las críticas por ello.

No es que lo haya reconocido porque sí, sino con un interés comercial: la influencer estadounidense, de 41 años, presentaba la nueva colección de ropa interior de su marca, SKIMS, y después del evento, en su cuenta de Instagram, red en la que cuenta con nada menos que 303 millones de seguidores, mostró una de las prendas de la colección, un tanga de algodón que, según la marca, se adapta a todos los cuerpos.

Y ahí la empresaria contó que "nunca había usado ropa interior hasta que inventamos este estilo. Durante bastantes años no me ponía ropa interior, pero ahora, sí, estoy obsesionada". Y claro, ante 300 millones de seguidores lo que ha conseguido es que las ventas se disparen.

Más allá de las críticas que ha recibido en las redes por esas palabras, parece que es toda una estrategia de ventas, porque en 2015 ya hizo unas declaraciones similares para promocionar otra marca de ropa interior. Entonces aseguró lo siguiente: "He empezado a usar ropa interior hace un mes, hasta ahora nunca la había usado. Pero es que me gusta la ropa interior de Hanky Panky". Suena a estrategia, sí.