El Barça, puesto en duda a principio de temporada ante las importantes bajas en verano y la lesión de larga duración de Domen Makuc, consiguió este sábado su trigésima primera Liga Asobal tras vencer al Granollers (40-37) en el derbi catalán disputado en el Palau Blaugrana, cuando aún le restan cinco partidos por disputarse.

Con este ya son catorce los títulos de Liga que el cuadro culé levanta de forma consecutiva, tras hacerlo ininterrumpidamente desde la temporada 2010-2011, en aquel momento bajo las órdenes de Xavi Pascual.

A principio de temporada, bajas sensibles como las de Ludovic Fàbregas y Luka Cindric en verano y la baja de larga duración de Domen Makuc anticipaban un año algo más complicado en la competición doméstica para los hombres de Carlos Ortega.

Sin embargo, tras un ligero tropiezo en la primera jornada frente al Bidasoa (26-26), los azulgranas sólo han sumado de dos en dos en lo que va de Liga.

Y lo han hecho combinando primeras espadas, jugadores menos habituales y jóvenes del filial, como los gemelos Petar y Djordje Cikusa, Oriol Zarzuela e Ian Barrufet, ya habituales en dinámica del primer equipo y a los que se les augura un gran futuro en el club.

Impulsado ofensivamente por Melvyn Richardson, máximo anotador del equipo en la Asobal, ahora mismo con 131 dianas, y Dika Mem, vital en partidos trascendentales, como demostró aportando nueve tantos en la victoria de la segunda vuelta ante el cuadro vasco (30-23), el Barça cuenta con una diferencia de goles de casi 300.

Parte del éxito también proviene del acierto entre palos, con Gonzalo Pérez de Vargas y Emil Nielsen, con los mejores promedios de paradas de la competición, aun alternando sus titularidades a lo largo de la campaña para llegar frescos a los compromisos europeos.

Ni los golpes más duros, como la derrota en semifinales de la Super Globe en noviembre frente al Füchse Berlin (34-35), donde acabaron terceros, ni en el traspié final en la fase de grupos de la Champions, en la que perdieron la primera plaza a costa del Magdeburgo alemán, vigente campeón, han frenado los triunfos ligueros.

Después de sumar su segundo título de la temporada, tras levantar también la Copa de España (antes Copa Asobal) en diciembre, ahora el siguiente objetivo de los hombres de Carlos Ortega es ir a por la Liga de Campeones, que, en caso de ganarla, sería la número 12.

Y lo harán tratando de batir al PSG en los cuartos de final, al que se enfrentará en París el 25 de abril y en el Palau Blaugrana el 2 de mayo, en el que puede ser el último partido de Nikola Karabatic -azulgrana entre 2013 y 2015- en la máxima competición europea, puesto que se retira a final de temporada.

Es por ello que queda la incertidumbre de si el técnico malagueño apostará por conservar a sus piezas fuertes para mantener el ritmo de competición de cara a los compromisos europeos o si, por el contrario, usará a los menos habituales y jóvenes para darles más minutos en la élite.