Antes de saltar a la fama en 2008 con su papel de narcotraficante en la serie de Telecinco Sin tetas no hay paraíso, el actor Miguel Ángel Silvestre ya se había movido con cierta soltura en el teatro y en el cine e incluso contaba con sus primeras incursiones televisivas: un personaje episódico en la serie Mis adorables vecinos y su primer protagonista en Motivos personales, también en Telecinco en 2005.

Es precisamente la televisión el medio que, cara al gran público, ha proporcionado al castellonense la popularidad de la que, hoy por hoy, goza. Precisamente la pequeña pantalla devuelve a la actualidad a Miguel Ángel Silvestre con el estreno hoy en SkyShowtime de los dos primeros episodios de la serie Los enviados.

SACERDOTE CON AMBICIÓN

Los Enviados es un thriller de acción que cuenta la misión de dos sacerdotes de la Congregación para las Causas de los Santos, el organismo del Vaticano encargado de comprobar y estudiar milagros de potenciales santos, que son enviados a México para constatar presuntas sanaciones milagrosas de otro clérigo conocido por realizarlas en un psiquiátrico. Silvestre interpreta al sacerdote Simón Antequera, un hombre con grandes ambiciones dentro de la iglesia y que a diferencia de su compañero, es intuitivo y ofrece un punto de vista distinto. La serie está dirigida por el ganador del Oscar Juan José Campanella (El secreto de sus ojos).

Tras la historia de amor entre El Duque y Catalina durante tres temporadas, llegó para Silvestre la miniserie Alakrana, en torno al secuestro del atunero del mismo nombre. Y en febrero de 2013 fichó por Antena 3 para otro de sus protagonistas más conocidos en Velvet, ambientada en el mundo de la moda y la sofisticación del Madrid de mediados del siglo XX y también con romance, en este caso con Ana, el personaje interpretado por Paula Echevarría.

En 2014, le llegó la oportunidad de dar el salto a Estados Unidos tras ser fichado por Netflix para la serie Sense8 en la que, a las órdenes de las hermanas Wachowski, interpretó a un famoso actor homosexual de películas mexicanas de acción que ocultaba su orientación a los medios.Su relación con Netflix continuó con su entrada en el reparto de Narcos.

Interpretó a Pablo ibar en la miniserie de Movistar Plus+ En el corredor de la muerte en 2019, antes de que 2020 se convirtiera para él en el inicio de una etapa particularmente intensa. Comenzó convirtiéndose en uno de los protagonistas de la superproducción de HBO 30 monedas, serie del bilbaino Álex de la Iglesia en la que encarnaba al alcalde de Pedraza, un pueblo segoviano escenario de fenómenos paranormales.

Y 2021 fue especialmente intenso. Se confirmó su incorporación al elenco de la quinta temporada de La casa de papel, en la que interpretó a René, expareja de Tokio (Úrsula Corberó). Su creador, el navarro Álex Pina, le incorporó, también en Netflix, a Sky Rojo, en la que interpreta a uno de los sicarios del proxeneta protagonista. Lo redondeó con el anuncio de su protagonista en la nueva Los enviados.