Acostumbrados a su papel de Gloria en la serie Modern Family, va a llamar mucho la atención comprobar el cambio de registro que la actriz colombiana Sofía Vergara ha realizado para la serie Griselda, que cuenta la historia de Griselda Blanco, considerada la mujer que enseñó a Pablo Escobar todo lo que necesitó saber del negocio de la droga para convertirse en uno de los fundadores del cartel de Medellín.

Vergara (Barranquilla, 10 de julio de 1972) recuerda que, como colombiana, conocía los nombres de famosos narcotraficantes pero no sabía que entre ellos hubiera una mujer como Griselda, con tanto peso específico dentro de la organización del negocio. La actriz afirma que le atrajo la historia de una mujer “que crió a cuatro hijos y que al mismo tiempo fue capaz de amar tanto y convertirse en un monstruo”.

Por eso, insiste, “no quería que el espectador la odie desde el primer momento, quiero que la gente la entienda”. Y en esta idea coincide el director de la serie que Netflix estrenará el próximo día 25, Andrés Baiz, al señalar que no ha querido glamurizar la vida de Griselda Blanco pero sí “humanizar el personaje”.

Precisamente fue la confianza que Baiz depositó en Vergara lo que convenció a la actriz para interpretar el personaje. “No lo hubiera hecho sin Andi. Yo tenía mis inseguridades. Es un personaje atormentado, no estaba acostumbrada a trabajar en español, pasar de la comedia al drama tiene su complejidad”, resume. Y lo corrobora entre bromas señalando que jamás ha fumado, “me enseñó Andi y a meterme coca también”. Por eso afirma que hacer juegos con el humo y tener el cigarrillo en la mano de forma natural fue una dura prueba.

HISTORIA DE UNA LUCHADORA

La historia de la serie es la de una madre, emprendedora, mujer de negocios y, al mismo tiempo, criminal, que introdujo las mulas en el negocio de la droga. Por todo ello, Baiz define a Griselda Blanco como una mujer en un mundo de hombres que busca el respeto que nunca ha tenido, con ansia de poder y que empieza a triunfar cuando utiliza las mismas armas que sus enemigos.

La serie nos sitúa en el Miami de finales de los años 70 y principios de los 80, al que Griselda llega tras abandonar el mundo de las drogas en el que se movía su marido pero en el que no tiene otro remedio que estar “porque no tiene dinero y es lo único que conoce”, apunta Sofía Vergara, que añade que momentos así hacen a las mujeres más duras y guerreras “aunque a ella se le fue de la mano”.

La actriz colombiana comenta que lo más difícil para ella fue transformar su físico, ya que debía someterse a tres horas de maquillaje para colocarse una prótesis dental o ensanchar su nariz, entre otras cosas. Un cambio que, eso sí, asumía “porque quería sentirme diferente a mí”.

Todo este trabajo hace afirmar a Baiz que “Sofía sale de su zona de confort y ha demostrado una capacidad interpretativa a la altura de Tom Hanks o Robin Williams”.