¿Cuántas veces morimos antes de morir? Los finales de cada etapa vital, de los seres queridos, de la forma de ser, de un gran amor, de nuestro lugar en la sociedad… son nuestras pequeñas muertes de la vida. Lejos de ponerle fin, la hacen definitivamente más plena, más auténtica y, sí, más sufrida. Así lo expone en su libro Las pequeñas muertes de la vida el filósofo y antropólogo pamplonés Luis Cortés Briñol. Un volumen en el que invita a explorar el rico territorio de las muertes metafóricas, tejidas de amor, tiempo y memoria, que afectan a nuestra identidad, trazan el mapa de lo ausente y cambian nuestros vínculos con el mundo.

Frente a ellas, cabe rebelarse o apropiárselas, ahí está el desafío. En compañía de filósofos y poetas, el autor reflexiona sobre la muerte vivida y recorre el sendero de una batalla, la humana, que radica en saberse mortales y creerse infinitos. “Si somos, en parte, nuestro pasado y seremos futuro, necesitamos olvidar algo de lo que somos para seguir siendo”, defiende Cortés. El problema está cuando ese futuro no tiene un anclaje en el tiempo y se fragmentan todos los vínculos con quienes hemos sido y con quienes nos han hecho ser así.