No deja de ser extraño ver a Carlos García Adanero defender la camiseta del PP. Es como cuando el histórico jugador de cantera acaba en el equipo rival de la ciudad. Un equipo menor y sin aspiraciones pero que sueña con lograr el título con su nuevo fichaje como capitán. Adanero lo ha sido todo en UPN. Concejal, secretario general, eterno portavoz parlamentario y diputado. Y ahora candidato del PP a la alcaldía de Pamplona con los ataques a Sánchez y a Bildu como casi único argumento electoral. “Dicen que no hablamos de las cosas que importan a los ciudadanos. Pero que Pamplona sea la capital de esa entelequia que es Euskal Herria o la capital de Navarra que es parte de la nación española sí que importa”, proclamó ayer ante el júbilo de su nueva afición.
Porque Adanero es la nueva estrella del PP. Capaz de eclipsar al presidente del partido y enchufar entusiasmo a una militancia que por primera vez se siente con capacidad de disputar a UPN la hegemonía de la derecha. Ni siquiera necesita intervenciones largas ni discursos elaborados. Apenas diez minutos de “Bildu” (aplausos), “ETA” (aplausos) y “sanchismo” (aplausos) fueron suficientes ayer para marcar el paso. Pasando incluso de puntillas por la realidad municipal, que para eso ya está el programa electoral.
Adanero, perro viejo de la política, prefiere hablar de Sánchez y de Otegi que de urbanismo y vivienda. De memoria histórica y de ETA que de movilidad y servicios sociales. Poco se distingue el discurso en un mitin como candidato en Pamplona de cualquier otra intervención en el Congreso. “No tenemos complejos y no nos vamos a quedar callados”, proclama Adanero, que contrapone su contundencia con las expectativas de pacto que UPN busca en el PSOE. “Nosotros no buscamos que el PSOE cambie de opinión. Queremos ganarles y les vamos a ganar”, argumenta Adanero. No está claro que lo vaya a hacer, pero se pueden reducir mucho las distancias. Y eso ya es bastante si se tiene en cuenta que a la vuelta de la esquina están las elecciones generales, y ahí la estocada puede ser definitiva. “Somos la alternativa, venimos a ganar. Vamos a dar la campanada”, vaticina.