Tal vez la RFEF consiga convencer a las internacionales para que vuelvan a la selección con tiempo para jugar el primer partido de la nueva Liga de Naciones (Suecia-España, el próximo viernes). Pero si no lo logra, será interesante ver cómo actúa la UEFA, que lo mismo le da por meterle un paquete ejemplar a la selección, por incomparecencia. Y es que uno de los silencios más estruendosos con el caso Rubiales ha sido el de Ceferin, hasta el punto de que ni le suspendió ni le cesó en su cargo de vicepresidente de la UEFA, porque lo primero lo hizo la FIFA y lo segundo lo hizo el propio Rubiales al dimitir de todos sus cargos. Dice ahora la UEFA –bueno, lo filtra– que sí, que le dieron mucha caña a Rubiales y que le llamaron exigiendo que se fuera, pero la realidad es que todas las declaraciones de Ceferin se limitaron a la frase “Lo que hizo fue inapropiado”. Menudo apoyo contundente a la lucha contra el machismo en el fútbol.