El Kremlin lamentó hoy que el Consejo de Seguridad de la ONU rechazase este lunes la propuesta de resolución presentada por Rusia para poner en marcha una investigación internacional sobre el sabotaje de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 que tuvo lugar el pasado septiembre.

"Lamentamos que nuestra iniciativa no fuese aprobada, pero sin lugar a duda la parte rusa continuará sus esfuerzos para evitar que el tema se empantane", declaró el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en rueda de prensa.

El representante del Kremlin señaló que Rusia considera que "todos deben estar interesados en una investigación objetiva en la que participen todas las partes interesadas, todos aquellos que pueden sacar a la luz a los que encargaron y los que llevaron a cabo este atentado terrorista".

"Consideramos esto extremadamente importante", añadió.

Rechaza la propuesta

El Consejo de Seguridad de la ONU rechazó la víspera la propuesta presentada por Rusia y China que pedía a Naciones Unidas crear una comisión independiente para investigar el sabotaje contra los gasoductos rusos e identificar a los responsables del ataque y a sus cómplices.

Rusia únicamente recibió el apoyo de China y Brasil, mientras que los otros doce Estados miembros del Consejo de Seguridad se abstuvieron, lo que hizo que el texto quedase lejos de los nueve votos favorables necesarios para ser aprobado.

Otras investigaciones

El sabotaje es actualmente objeto de investigaciones en Alemania, Dinamarca y Suecia, unas pesquisas cuya fiabilidad ha sido cuestionada por Rusia repetidamente.

Mientras Rusia ha criticado la objetividad y transparencia de estas investigaciones, las potencias occidentales las defienden y acusan a Rusia de tratar de desacreditarlas con esta resolución sin dar tiempo a que se completen.

En el momento del sabotaje Moscú acusó a países "anglosajones" de estar detrás, aludiendo a la oposición al proyecto que durante años ha mantenido Washington -porque supuestamente genera dependencia europea del gas ruso-, mientras algunos países occidentales han apuntado en la dirección contraria.