Agustín Guillén, mecánico de profesión y vinculado más de cuatro décadas a la antigua Luzuriaga de Tafalla, quería adornar el jardín de su casa con una rueda de carro rústico elaborada por él. Esta historia comenzó cuando tenía 45 años, y ahora con 69 dispone de una colección de maquetas de aperos agrícolas a escala 1:3, que ha expuesto en el Museo de Castejón; en el colegio público de Tafalla, Las Comarcales; y recientemente durante las fiestas de Eslava, entre el 3 y 6 de agosto

La vinculación familiar con esta localidad de la Merindad de Sangüesa propició la celebración de esta muestra con entrada gratuita en las antiguas escuelas, con la participación de Agustín y de su mujer, Isabel Lizarbe, quienes atendieron a todas aquellas personas que se interesaron por conocer esta iniciativa. 

Entre la maquinaria y aperos, los presentes contemplaron un carro tirado por dos caballos restaurados; un brabán; una edradora; una prensa; una empacadora y otros utensilios como una pala y horca de madera, una azada, una tijera de podar, layas, zoqueta (protección de madera para evitar cortarse con la hoz), guadaña, pico, y una silla para montar a caballo, acompañada de la careta, bozal y collarón para el animal.

Un burro trenzador, un hacha y una edradora en una escala de 1:3. Sagrario Zabaleta

Agustín recuerda que para confeccionar esta colección durante estos 25 años ha contado con Isabel, quien se ha encargado de todo lo relacionado con la costura, además de otras manualidades. “Trabajamos en equipo”, manifiesta este jubilado, natural de Pueyo.

Cada pieza está basada en aperos de amigos o conocidos. “El carro y el brabán, de Marcos; la empacadora, de José Maya; la edradora, de Txirolas, ya fallecido; y la prensa de vino de una bodega ecológica de Igúzquiza”, enumera. De entre la muestra, destaca esta última, utilizada para aplastar las uvas y así extraer su mosto. “La prensa consta de 432 tuercas cuadradas que no encuentras en el mercado. Tuve que diseñar de manera manual cada una de ellas. Por eso, a veces sentía desesperación cuando Isabel me preguntaba cómo me había ido el día y yo le respondía que solo había podido hacer ocho tuercas”, relata.

Sus dos satisfacciones

“Un niño solo ve una hoz en la exposición, pero una persona mayor se imagina con la hoz y la zoqueta segando en el campo”

Agustín Guillén - Dueño de la colección de maquetas de aperos de labranza

Agustín confiesa que vive con emoción dos momentos ante cualquiera de sus maquetas: al terminarlas y al observar cómo disfrutan las personas mayores al contemplarlas. “Para ellas no son objetos bonitos o feos, como ocurre con jóvenes y niños, sino que supone una vida repleta de recuerdos. Por ejemplo, se imaginan segando en el campo al ver la hoz y la zoqueta”, manifiesta. En una ocasión, un agricultor de edad avanzada observó el brabán (utilizado para labrar los campos) y comenzó a relatar su experiencia con el ganado que tiraba de esa herramienta y los términos del pueblo en los que trabajaba. 

Prensa a escala 1:3. Sagrario Zabaleta

Agustín carece de intención de poner a la venta cualquier pieza de esta obra agrícola, aunque ha tenido ofertas. “Antes de la entrada del euro, en Miranda me ofrecieron 80.000 pesetas por la empacadora, una máquina que recogía el heno, avena o paja para comprimir en pacas o fardos que posteriormente se ataban con un hilo especial”, rememora. Esa persona quería regalar aquella réplica a su suegro que había ejercido de empacador. Sin embargo, “yo le planteé que si conocía a alguien que le pudiera hacer la empacadora, le prestaba la mía como modelo”. 

Construir y destruir

Agustín prepara sus creaciones en croquis y planos; pero una vez terminadas, destruye toda la documentación que ha recopilado para la confección de las piezas. No deja registros. “Desde el primer día decidí que fuera así y no he cambiado de opinión”

Ya ha fichado y localizado su próximo reto: una aventadora, una máquina que cribaba y aventaba los granos de trigo, cebada y otros similares, limpiándolos de restos de paja, granzas y otras impurezas por medio de corrientes de aire y vibración. Su propietario se la dejará para que pueda copiarla y hacerla a una escala semejante al resto. “Veremos cuándo empiezo, porque no sigo una rutina con esta afición”, indica.

Caballo rescatado

Agustín acompañado de un caballo agrícola rescatado

Agustín acompañado de un caballo agrícola rescatado Sagrario Zabaleta

En Eslava expuso tres caballos restaurados, y dos de ellos tiran de un carro agrícola. Agustín e Isabel rescataron al equino negro –que aparece en la foto– de un vertedero de Eslava, en una ocasión que se desplazaban a Sangüesa. “Frené el coche y al maletero”, rememora. Durante el confinamiento tanto Agustín como Isabel se entretuvieron horas y horas en elaborar estas obras únicas, como el caballo de Eslava que tira del carro que a su vez tiene la rueda que dio origen al hobby de Agustín. “Solo hay un objeto que no está a escala: la anchura de la rueda, ya que en vez de 17 milímetros suma 40. No se fija nadie, pero siempre que la miro, veo el fallo porque en un principio su finalidad no era ese”.

Agustín e Isabel, que forman parte de la Asociación Club de Jubilados y Pensionistas San Sebastián de Tafalla, siguen con nuevos planes, aunque por ahora no tienen previsto organizar esta muestra en otra localidad. “Por el momento”, concluyen.