Puntada; concentración. Puntada; satisfacción; Puntada; evocación de un tiempo pasado. Puntada; mejora de la psicomotricidad. Puntada a puntada un grupo de personas de la residencia de ancianos de Lodosa está dándole color al centro en el que viven y conviven y, en especial, a su jardín, una actividad que les hace estar centrados y que les divierte y entretiene.

Y es que Nerea Moreno, terapeuta, Cristina Cordón, monitora, y Nagore Laconcepción, la nueva coordinadora que, apuntan, “lleva desde junio y nos está apoyando mucho en este tipo de acciones y aporta muchas otras ideas novedosas”, han puesto en marcha el proyecto Punto y vestido a los árboles, una iniciativa gracias a la que ya han decorado y forrado un pino y un olivo, entre otros ejemplares que ya tienen en mente.

Unas 20 personas, explican, son las que se han encargado, por un lado, de hacer los ovillos y, por otro lado, de tejer largas telas con las que después han dado luz a su hogar. “Es una actividad grupal con la que fomentar las relaciones sociales entre ellos y ellas y con la que mejorar la estimulación cognitiva y la manipulativa. Además, en muchos casos han recordado su juventud, cuando tejer era parte de su día a día, o cuando les hacían jerséis o bufandas a sus hijos e hijas y nietos y nietas”.

La actividad, insisten, “les ha motivado muchísimo; las cuatro mujeres que tejían desde el principio en seguida nos pedían hacer su tarea y, además, había quien controlaba menos, y se ha interesado y ha acabado aprendiendo gracias a las maestras que se han prestado para ello”.

Constante actividad

En este centro, además, apunta Cordón, hace apenas un mes iniciaron otro proyecto de la mano del profesor de Educación Primaria del colegio público Ángel Martínez Baigorri, Mikel Galdeano; El sitio de mi recreo. 

Se trata de una iniciativa gracias a la que los txikis de dicho curso se desplazan dos veces al mes a la residencia para interactuar con los abuelos y abuelas; allí, cuentan, “intercambian vivencias y costumbres y tratamos de normalizar de esta forma la tercera edad; leemos cuentos, cantamos o jugamos. Además, y cuando el tiempo acompaña, aprovechan para pasear juntos”.

Pero la relación con los más pequeños de la casa no queda ahí y ahora, y de cara a Navidad, están programando visitas con el resto de centros educativos de la localidad, así como la escuela de música para reunirse y hacer alguna actividad conjunta. 

Además, y desde el pasado mes de octubre han retomado la musicoterapia con Merche Roldán, una actividad con la que “estamos muy contentos porque les ayuda a reducir la depresión y la tristeza al tiempo que promueve el ejercicio físico coordinado, palía el estado de ansiedad, y les ayuda a conectar con otra compañía y a mejorar la calidad de vida. Les viene de maravilla tanto a nivel cognitivo como físico porque es una forma de que estén activos, de que se muevan y, además, en el caso de los asistidos, de que se relajen”.

Por último, y en este caso junto con el Patronato, han empezado a celebrar el último miércoles de mes una chocolatada popular para celebrar los cumpleaños de los residentes y de los propios trabajadores y trabajadoras. En muchas ocasiones, concluyen, se entregan regalos personalizados en los que han trabajado durante las horas libres en el centro.