Quien tiene una abuela, tiene un tesoro; te cuida, te mima, te consiente y, sobre todo, te da su amor incondicional a cambio de nada. Mucho de todo esto cuenta el documental que han llevado a cabo en el IESO Reyno de Navarra los alumnos y alumnas de 4º de la ESO de la mano de Sara Brun, creativa audiovisual y literaria especializada en feminismo histórico y mundo rural, entre otras cuestiones ya que, además, tiene en su haber más de una decena de publicaciones.

Y es que Mi abuela es una estrella, lejos de poner el foco en los cambios y las diferencias que existen entre las generaciones de abuelas y nietas (sobre todo motivadas por las nuevas tecnologías), se centra en lo real; en el cariño y en el amor, “da igual el paso del tiempo; la narrativa es la misma”. 

Cartel del documental que han rodado en Azagra

Sara, cuenta, recaló en este proyecto gracias a Javier Paz, gestor cultural de Azagra, con el que ha colaborado en otras actividades como los talleres de escritura Mujeres con delantal. “Me dijo que en el instituto, en el área de Lengua y Literatura con Vito Landa, estaban con el proyecto Entre mi abuela y yo y que querían darle continuidad; nos reunimos y decidimos hacer algo audiovisual, aunque en un primero momento no sabíamos muy bien qué”.

Rodaje y resultado

La idea, insiste, era hacer un híbrido con entrevistas y escenas ficcionadas. “Como eran dos cursos, unos 45 alumnos, para que todos pudieran participar, los dividimos por departamentos como si de un rodaje profesional en toda regla se tratase; allí estuvieron las actrices, los guionistas y los encargados de la fotografía y el guion, entre otros”.

Cuenta Sara que les dio una pequeña charla acerca de cómo funciona un rodaje, “algo que les entusiasmó”, y en marzo “empezamos a grabar en las aulas y en localizaciones emblemáticas de Azagra sin saber muy bien qué iba a salir. De hecho, pensábamos hacer algo de 5 minutos y acabó siendo de 13”.

Uno de los momentos del rodaje

Con el resultado final, entre risas y alguna que otra lágrima, “descubrimos que hay más nexos en común de lo que puede parecer a pesar de la diferencia de edad y, por supuesto, queda de manifiesto el vínculo tan especial que hay entre abuelas y nietas”. Y es que hablan, entre otros asuntos, del momento de ponerse a trabajar y de cómo antes apenas aspiraban a nada que no fuera ir a la fábrica para ganar dinero, a qué jugaban, cómo se ligaba antes (ahora a través de las redes sociales), cómo conocieron a sus maridos, e incluso cómo recuerdan que fue su primer beso. 

También surgen recuerdos y conversaciones que recalcan la importancia de tenerse las unas a las otras en sus vidas.

Mano a mano con los jóvenes

El documental vio la luz recientemente; primero lo proyectaron en el IESO de Azagra y ese mismo día por la tarde, en la casa de cultura con la sala llena hasta la bandera. “Me gusta mucho trabajar con adolescentes; tienen la cabeza llena de ideas y son una mina de contenido y de entusiasmo cuando están trabajando en algo que le gusta. Son gente con muchas ganas de hacer cosas, inteligentes, cariñosos, agradecidos y tienen muchas cosas que aportar y un futuro con el que saben qué hacer”.

Puesta de largo del documental en el centro educativo azagrés

“Ha sido un proyecto muy divertido y creo que el alumnado se lo pasó muy, muy bien. Al final pasas mucho tiempo con ellos y ellas y para mí no son un grupo en general; son Naia, son Celia, Lucía… Hay mucha complicidad y mucho conocimiento, y por eso el trabajo sale bien. De hecho, con las chicas que hacen de actrices mantengo un grupo de WhatsApp en común y espero seguirles la pista”.

Rumbo a festivales

Ahora, y aunque la idea era publicar el documental y dejarlo en abierto para que lo viese todo el mundo, al final han decidido que lo van a presentar a diversos festivales “puesto que la temática interesa. Sin embargo, estoy dispuesta a prestarlo en pueblos, institutos y en todos aquellos lugares en los que lo quieran proyectar; estoy encantada. Que contacten conmigo a través de www.sarabrun.com”.