El pasado año, el día 1 de diciembre en concreto, se retomaron los controles de velocidad en el municipio de Burlada con la intención de conseguir una ciudad más tranquila y segura para peatones y ciclistas. Previamente se anunció por los medios de comunicación y las redes sociales de la instalación del radar móvil y las calles a controlar.

Tal y como destacan desde el Ayuntamiento de Burlada en una nota de prensa, "los resultados obtenidos en aquel día son agridulces. Y ello porque debemos felicitarnos que tanto en la Avenida de Erripagaña como en la calle San Francisco no hubo denuncias. Lo cual parece poner de manifiesto que a pesar de la sensación que podemos tener de vías con riesgo, la realidad, según los citados datos, es que se respetan los límites de velocidad".

Sin embargo, añade el comunicado, "los resultados en la Avenida de María Azcárate son muy preocupantes, ya que se están tramitado 157 denuncias. Ello significa que en la citada vía se está conduciendo por encima de la limitación establecida, poniendo en riesgo a los peatones y a las personas en bicicleta. Ha de indicarse que días antes al citado control de velocidad y resultados fue atropellado un peatón en la citada calle María Azcarate".

El Ayuntamiento anuncia que este martes, 16 de enero, "volverán a establecerse controles de velocidad en la citada Avenida de María Azcárate, así como en la calle Mayor y la Avenida de Erripagaña".

"Estas acciones de control unidas a la renovación y mejora de la señalización viaria que ha sido aprobada esta semana por la Junta de Gobierno Local son los primeros pasos en la búsqueda de una ciudad más seguro desde el punto de vista de la movilidad", finaliza la nota de prensa del Consistorio.