El Estado, en este caso el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, recurre una nueva ley foral ante el Tribunal Constitucional, ahora la Ley de Contratos Públicos actualizada en 2021 con el apoyo, entre otros, de ambos partidos en Navarra. Escribí estas líneas hace solo unas semanas, cuando decidió impugnar también la Ley Foral del Cambio Climático. “El Gobierno de PSOE y Podemos, amenaza con recurrir otra ley foral más ante el Tribunal Constitucional. Esta vez, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, aprobada por unanimidad en el Parlamento de Navarra. Los abogados del Estado –una tropa de choque libre de toda responsabilidad, que se dedica a perseguir y devaluar las capacidades políticas del autogobierno foral–, han encontrado, al parecer y tras una exhaustiva investigación lupa en mano, hasta 13 artículos que dicen inconstitucionales. Los abogados del Estado dan por hecho que los servicios jurídicos y los técnicos del Gobierno de Navarra son gente sin cualificación legal alguna. No es nuevo. A mi me paree un escándalo. Una tomadura de pelo más. Una agresión política de un centralismo que ha cambiado de formas, pero no de fondo. Se ha pasado de la descalificación brusca, de trazo grueso y de insultos a los regímenes forales, a un sistema más sibilino, oscuro y confuso que abusa de una interpretación jurídica que sabe que en último término el Tribunal Constitucional será siempre favorable para bloquear y retrasar, no sólo ya el autogobierno, sino la capacidad de mejora de las condiciones de vida de las navarras y navarros. Basta recordar que el Tribunal Constitucional ha fallado en contra de Navarra en el 85% de la veintena de leyes forales recurridas por gobiernos de Madrid en los últimos años (...). En unos casos por no gustar al Gobierno de turno sus contenidos y propuestas por cuestiones de discrepancia política o ideológica. En otros, por el impulso de cualquier alto funcionario de la Abogacía del Estado que encuentra invasión de competencias en cada normativa navarra que acuerda mejoras para la ciudadanía que aún no se han aprobado con carácter general en el Estado. Lo cierto es que PSOE y Unidas Podemos siguen en Madrid la misma estela centralizadora del PP para imponer una uniformidad política que convierte en papel mojado la bilateralidad política e institucional entre Navarra y el Estado y empeora el modelo de bienestar y cohesión social de Navarra. La uniformidad normativa en todo tipo de cuestiones es un paso atrás para Navarra. Ahí sigue pendiente la recuperación de las competencias de Tráfico y Seguridad Vial para la Policía Foral. Una gota en el océano creciente de una recentralización que pone en jaque la propia Constitución(...). A la espera de que en los ministerios de Madrid se pasen el cubata y regresen a Navarra con el sello oficial de amenaza de inconstitucionalidad”. No hay mucho más ni nuevo que decir. Solo que me sorprende el desinterés social y mojigatería política de las siglas navarras en el gobierno en Madrid –ocurrió lo mismo con UPN cuando gobernaba el PP–, que aquí defienden una postura y un discurso foralista y allí lo mandan al carajo incierto del Constitucional y miran para otro lado ante los reiterados ataques al autogobierno foral, clave de la calidad de vida y capacidad de decisión del sistema político y social de Navarra. Hace 40 años le llamaron Amejoramiento a todo esto. Los hechos lo dicen todo.