Hay algo más grave en un ente público que no destinar dinero a lo que se necesita: destinarlo a lo que no se necesita. Cuando metes dinero en algo que, de acuerdo, tendrá algún rendimiento, pero mucho menor del esperado y poco demandado, lo que haces es malgastar un bien escaso. El Gobierno de Navarra va a destinar, salvo sorpresa, 4 millones –que llegan vía enmienda de Bildu a los Presupuestos Generales del Estado– a construir un módulo de atletismo en Larrabide, un módulo que, sí, hará su trabajo, pero que no es ni necesario ni demandado por la mayoría del atletismo navarro.

Bildu, el lunes, ya aclaró que el espíritu de la enmienda era para hacer una pista cubierta, con sus medidas reglamentarias y completo y no solo para 60 metros y saltos, que es lo que cabe en un módulo. Por supuesto, en todo este largo proceso, se han podido hacer cosas mal tanto por parte de la Federación Navarra de Atletismo como de clubes y diversos entes y por supuesto también no es unívoca al 100% la voz del atletismo navarro en favor de una pista cubierta, pero sí mayoritaria y con razones de peso, por nivel, clima, años que se lleva detrás y años de retraso –achacable también y por supuesto a los grupos de la derecha que han gobernado Navarra 25 años de 1991 a 2015–. Una pista cubierta no es barata.

Pero ahora llegan 4 millones e invertir en un módulo no soluciona nada, puesto que ya hay dos en Echavacoiz y Zizur. Claro, tener 3 aligeraría, desahogaría y sería del Gobierno –los otros son municipales– pero no es una solución, ni una demanda, sino gastar un dinero que ha llegado vía otro partido político y que ha llegado para otra cosa: para una pista cubierta. Por el bien del atletismo navarro, se está a tiempo de reconducir las malas relaciones Departamento-Federación, en aras de no seguir empecinados en una situación que no hace sino perjudicar a todos, y pensar en común.