Se acerca el Día Mundial de cuidados paliativos, día en el que se celebra y se recuerda de una manera más especial a los que nos dedicamos en esta profesión que destaca por cuidar al final de la vida.

Desde la Sociedad Navarra de Cuidados Paliativos queremos festejar el hacer que nos acontece. Resaltamos la importancia de ellos, del buen hacer, ya que de ellos dependen millones de personas en todo el mundo, los cuales se pueden ver beneficiados o perjudicados dependiendo de cómo se haga nuestro trabajo.

Se sabe que no sanamos ni curamos las enfermedades que padecen las personas afectadas, pero está más que demostrado, como destaca el lema elegido este año, que sanamos, cuidamos y mimamos cada detalle de la persona que está acercándose a la recta final de la vida.

En nuestra cultura está muy bien visto la llegada de un nuevo ser a la vida y queremos que sea atendido por las manos más especializadas, pero no ocurre lo mismo cuando alguien entra en la fase cercana a la muerte pero aspiramos seguir trabajando en ello, ocurra lo mismo y logremos dar cuidados correctos a las personas que están a punto de dejarnos; que el ser humano nazca bien rodeado pero cuando llegue su marcha sea de la misma manera, con equipos específicos, con una buena praxis y tengamos todos la oportunidad de optar a la misma dignidad en el adiós.

No nos han enseñado, mostrado o incluso demostrado que la comunidad sea parte importante de ese hacer, algo diferente en culturas de países vecinos, quienes nos llevan ventaja para ello viviéndolo de manera mucho más natural, tienen mucho más recorrido en ello. El cambio que se está intentando dar a este aspecto es enriquecedor para los cuidados paliativos. Incluir más a la comunidad en estos cuidados y dar el respeto que merece este momento tanto para cada ser individual como para la sociedad en sí, verdaderamente significaría madurez como pueblo. Vemos como algo muy beneficioso el incluir más a la comunidad en la recta final de la vida. Es un proyecto con una visión globalizadora. El gran esfuerzo que se está haciendo en los últimos años para acercar más al vecino, amigos, compañeros a estos momentos tan delicados, hasta ahora estaba dormido en nuestra cultura y todos nos manteníamos más o menos lejos excepto cuando nos tocaba de manera directa. Es una necesidad imprescindible integrar a la ciudadanía en toda esta labor, sería maravilloso lograrlo. Igual de ideal y amado por nuestro colectivo sería que nuestra especialidad llegara a ser reconocida porque pocas son las que abordan y ahondan en todas las esferas que completa un ser humano como lo hacemos los profesionales de cuidados paliativos, a día de hoy aún nos topamos con muchas resistencias para lograrlo.

Queremos recalcar la falsa idea que convive entre nosotros acerca de que en todas las disciplinas clínicas se hacen cuidados paliativos, no es así, ni en todas las áreas se hacen cuidados paliativos, ni todas las personas que necesitan cuidados paliativos en el proceso de morir los están recibiendo. Por todo ello hay que seguir celebrando el Día Mundial de cuidados paliativos y también trabajando para que todo vaya prosperando hacia un escenario más reconfortante, por eso desde Palian pedimos que la coherencia nos guie y nos acompañe para seguir avanzando, para seguir dando vida hasta el final. Aprendamos a celebrarla pero también la muerte, aprendamos a ensanchar el día a día, a cuidar sin apretar, sin miedo a parar, a tomar decisiones que nos aporten beneficios, en definitiva, vamos a dar a los pacientes lo que se merecen hasta su despedida.

Vivan los cuidados paliativos, vivan los profesionales, vivan las personas que quieran seguir ayudando e investigando para el avance, pero sobre todo viva cada unos de los pacientes que atendemos.

*La autora es miembro de la Junta Directiva de Palian