Quisiera responder a la carta de Bittori Ortega Maeso publicada en este periódico el 15 de septiembre, en la que decía, haciendo referencia a una niña de 9 años de Ucrania que acogieron en su casa: "Quisimos apuntarle a unas actividades de verano que organizaba el Ayuntamiento de Baztan para el mes de agosto y no aceptaron nuestra petición porque la niña no habla euskera. Eso es lo que me dijeron. Yo no entiendo ese argumento". Quisiera hacer una pequeña aclaración al respecto.

El tema en cuestión poco tiene que ver con el euskera, si no es su utilización gratuita en contra de las condiciones que se ponen en cualquier actividad organizada. En este caso el euskera o la edad eran los requisitos para participar en la actividad, organizada junto a otra empresa externa. La niña no pudo participar en la actividad porque no cumplía uno de los requisitos. Tampoco podría haber participado una niña que supiera euskera de 13 años, porque la actividad estaba destinada a niños y niñas de 3 a 12 años. Comentas que "este Ayuntamiento de Baztan predica y presume de trabajar por la inclusión social de todas las personas".

No pretendemos presumir, sino predicar con el ejemplo, y gracias al gran trabajo que decenas de empleados del Consistorio llevan a cabo en el día a día, se están dando pasos hacia la inclusión social, e intentaremos seguir en el mismo camino, porque creemos realmente en ello y todavía hay mucho trabajo en ello. En este sentido, añadiré algo que quizás se te olvidó comentar en la carta que publicaste. Tras no poder apuntar a la niña en la actividad comentada, el Ayuntamiento, en pro de la inclusión social, realizó las gestiones necesarias para que la niña pudiera participar en otra actividad, también en euskera, organizada por la empresa municipal Giltxaurdi.

*Alcalde de Baztan