La hora del Chimy Ávila ha llegado. El atacante argentino volverá a jugar un partido amistoso después de que se rompiera el ligamento cruzado por segunda vez. No hace tanto tiempo de un partido amistoso del argentino, puesto que el último encuentro no oficial que disputó el rosarino fue ante el Mirandés el 26 de agosto del año pasado, dos semanas antes del inicio liguero del equipo en Cádiz. Fue justo en Anduva donde el atacante reapareció de su primera lesión.

El 9 de septiembre, a tres días del encuentro, el delantero rojillo volvía a caer lesionado del ligamento cruzado. En aquella ocasión fue de la rodilla derecha, pero el camino hasta la recuperación era el mismo que había atravesado desde el 24 de enero de 2020, hace ya exactamente 14 meses, tiempo en el que el argentino ha ido quemando etapas hasta llegar, el pasado viernes, a ser convocado de nuevo para un partido oficial 421 días después de su última citación.

Ahora, 211 días después, el Chimy Ávila va a volver a disputar unos minutos en un partido. Este miércoles, el delantero argentino formó parte de un equipo que podría ser el titular esta mañana en Atxabalpe -el encuentro está previsto para las 11.00 horas y se podrá seguir a través de los canales de comunicación en streaming del club armero-.

En el partidillo que disputaron y con el que acabaron el entrenamiento de este miércoles, formaron junto al rosarino Juan Pérez, Jonás Ramalho, Unai García, Jorge Herrando, Asier Córdoba Roberto Torres, Javi Martínez, Oier, Adrián y Enric Gallego; mientras que Sergio Herrera, Diego Moreno, Aridane, David García, Nacho Vidal, Kike Barja, Darko, Lucas Torró, Aimar Oroz, Rubén García y Calleri eran los integrantes del otro equipo.

Ya reconoció Arrasate en días anteriores que al delantero rojillo le falta ritmo de competición y desde el club se esperaba su regreso a un partido oficial después de este parón de selecciones. La vuelta del argentino podría suponer para Arrasate un argumento en ataque para romper la sequía goleadora por la que atraviesa Osasuna, que encadena 283 minutos sin marcar un gol, lo equivalente a tres jornadas y el tiempo restante del partido ante el Alavés desde que Kike Barja batiera a Fernando Pacheco en Mendizorroza el pasado 27 de febrero. Y es que los rojillos llevan 23 dianas en 28 partidos, una más que el Eibar, su rival de este jueves, y el Getafe, su próximo compromiso liguero. El Alavés ha anotado los mismos goles que los rojillos mientras que el Huesca, el otro equipo en descenso, ha conseguido anotar tres tantos más que los hombres de Jagoba Arrasate.

Por su parte, el Eibar no podrá contar para el encuentro de mañana con Bryan Gil, Alejandro Pozo, ni Marko Dmitrovic, concentrados con sus respectivas selecciones. A estas bajas obligadas se les suman los lesionados Rober Correa y Pedro Bigas y muy posiblemente los jugadores Yoshinori Muto y José Ángel Valdés “Cote” y Eduardo Expósito, que no jugaron el pasado sábado en San Mamés contra el Athletic por molestias de distinto tipo.

La de este jueves será una verdadera prueba para comprobar el estado del Chimy Ávila y las posibilidades reales de ayudar a Osasuna en el tramo final de Liga. Su hora ha llegado.