¿Ha cambiado realmente la historia en Osasuna? En los últimos años, el club ha optado por una política de venta de jugadores a través de la cuál, si un equipo está interesado en firmar a un futbolista con la etiqueta de “imprescindible” para el proyecto comandado por Jagoba Arrasate, que tiene contrato, al menos, hasta 2024, se ha topado con la negativa del club, tajante en estos casos, que se remite a la cláusula del mismo, una cantidad que el presidente de la entidad rojilla, Luis Sabalza, ha reiterado en más de una ocasión que corresponde al precio que considera la cúpula rojilla que vale el jugador.

Mediante esta fórmula, Osasuna está blindando en los últimos años tanto a sus mejores jugadores como a aquellos de categorías inferiores que entienden que tienen mayor progresión. Los casos más recientes son los de Aimar Oroz e Iker Benito, que realizarán la pretemporada a las órdenes del preparador vizcaíno, quien, precisamente, les ha hecho debutar en Primera División con el primer equipo rojillo. El primero, sin ir más lejos, es el claro ejemplo de la apuesta del club, después de que se le doblase la cláusula de rescisión y esta, cifrada en 28 millones de euros, se sitúe en el segundo escalón de la entidad, sin llegar a ser el canterano miembro de la primera plantilla.

Por delante, Nacho Vidal y Chimy Ávila comparten la pole. 30 millones de euros es la cláusula que figura en sus respectivos contratos, aunque en sendos casos hay matices. En el caso del lateral alicantino, el Valencia, equipo del que llegó hace cuatro temporadas, posee el 50% de una futura venta, mientras que en el caso del rosarino, es el propio delantero argentino el que dispone de una participación sobre sus derechos económicos. En caso de que se produjera una hipotética venta por el importe de la cláusula, sería la de Aimar Oroz la que más dinero dejase en las arcas de la entidad rojilla, algo sorprendente porque el jugador, cabe reiterarlo, pertenece a la disciplina del filial, salvo que sorprenda a los técnicos en la preparación veraniega.

Por detrás, dos jugadores jóvenes como son Pablo Ibáñez y Javi Martínez, tienen una cláusula de rescisión de 25 millones de euros. El primero estampó su firma para dos temporadas, después de una sobresaliente temporada y media en el filial rojillo, siendo clave en la consecución del ascenso a Primera RFEF, mientras que en el soriano, asentado en una primera plantilla donde con el paso de las temporadas va adquiriendo un mayor protagonismo, su vínculo le une a la entidad rojilla hasta 2026.

Moncayola, renovado la temporada pasada con un contrato que entró en la historia del deporte, porque se convirtió en el vínculo más longevo que se ha acordado en el siglo XXI en Primera División, únicamente igualado en el deporte profesional con el estadounidense Patrick Mahomes, la estrella de la NFL –Liga Nacional de Fútbol Americano– que también firmó un contrato por diez campañas con su equipo, el Kansas City Chiefs. Sin embargo, el récord en Primera División lo ostenta Julen Guerrero, que se vinculó con el Athletic de Bilbao por doce temporadas (1995-2007). Este curso, Pepelu, jugador del Levante, ha igualado contrato de diez temporadas que ha firmado con el conjunto granota, pese al interés de varios equipos de Primera División en hacerse con sus servicios.

Por detrás del de Garínoain, tres titulares como son Ante Budimir, David García y Lucas Torró, este último recién renovado hasta 2027, cuyos precios de salida están fijados en 20 millones de euros

Proyecto hasta 2026

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Exceptuando los casos de Jon Moncayola y Lucas Torró, con contratos hasta 2031 y 2027, el grueso de la plantilla de Osasuna figura con contrato hasta 2024 y hasta 2026, donde termina el actual mandato de Luis Sabalza, así como los contratos de Braulio Vázquez y Fran Canal.

Así las cosas, parte de la plantilla, como son Sergio Herrera, David García, Chimy Ávila, Kike Barja, Javi Martínez, Jesús Areso y Aimar Oroz tienen contrato hasta 2026, Ante Budimir, Nacho Vidal, Iker Benito tienen vínculo hasta 2025; Juan Pérez, Juan Cruz, Pablo Ibáñez, Kike García, Rubén García y Jorge Herrando tienen contrato en vigor hasta 2024, mientras que Roberto Torres, Unai García, Darko Brasanac, Cote, Aridane, así como el resto de los cedidos, encararan los que, por el momento, son sus últimos doce meses de contrato. Antonio Otegui, por su parte, finaliza contrato a final de mes, a pesar de que firmó una cesión por dos temporadas con el Badajoz.