Osasuna esquiva la remontada

Osasuna se marchó al descanso tras una primera parte de clara superioridad por parte de los rojillos. Sin fisuras en defensa, superiores en el centro del campo y con muchos recursos en el ataque, el gol del Chimy fue el ejemplo del fútbol acompasado que impuso el equipo de Arrasate en el primer tiempo. Kike Barja, que ha dado un paso al frente en cuanto a protagonismo en el grupo, volvió a ejercer de extremo puro para soltar centro elegante que remató como un martillo el delantero argentino. El Chimy, volando entre defensas como estatuas, soltó un cabezazo que fue un misil.

Los rojillos no pasaron apuros en ningún momento, se llevaron todos los duelos y también se impusieron en las segundas jugadas y disfrutaron frente a un rival con menos velocidad, mental y física. El Elche sufrió en algunos minutos lances de auténtico baile, una diferencia abismal. A la que puede seguir una reacción peligrosa.

Es lo que ocurrió en la segunda mitad. El Elche se vio obligado a reaccionar, apretó más a Osasuna y no le dejó vivir en paz. Los rojillos sufrieron en el segundo tiempo frente a un rival que le hizo jugar muchos minutos en su propio campo. El gol local, sin embargo, fue fruto de una contra en la que a Osasuna le pillaron con demasiado personal en el medio campo del Elche y que, a la postre, culminó Carmona con un golazo.

Los rojillos parecieron tomar aire con los cambios, principalmente por la entrada de Moncayola al partido. Osasuna dispuso de más balones y ello le permitió tener más aproximaciones, ninguna de ellas con peligro. En dos acciones consecutivas estuvo a punto el Elche de guisarse su reacción, pero en ambas medió Aitor Fernández ante los disparos de Carmona y Guti. 

Osasuna, que no supo sostener la victoria, al menos no lo perdió todo.