Osasuna tiene una plantilla larga y compensada que le permite que ningún jugador sea completamente indispensable. La mayoría de los puestos están doblados y, en algún caso, triplicados con los chavales del Promesas que están en dinámica. Pero hay un jugador que, cuando no está, parece todo más complicado para el equipo que dirige Jagoba Arrasate. 

Y ese es Lucas Torró. El centrocampista, sancionado por acumulación de tarjetas tiene unos números en Osasuna que hacen que aquel que le considera la pieza clave del equipo se llene de razones. En Elche su sustituto natural fue Pablo Ibáñez, que puede ser el jugador que más se le asemeje en la plantilla, pero realmente el canterano parece más cómodo de interior.

Entre él y Moi Gómez aguantaron muy bien el medio del campo de Osasuna durante la primera mitad, donde el equipo de Arrasate mostró esa versión potente, muy superior al rival. Aprovechando el buen momento que atraviesa Barja, el equipo cargó su ataque por la banda izquierda, lo que le permitía llegar por el otro lado al Chimy Ávila. Así llegó el gol de Osasuna. El argentino culminó una gran jugada colectiva con un remate excelso, muy suyo. 

Y hasta el descanso todo parecía controlado. Y es que en esta Liga no te puedes fiar ni del farolillo rojo que solo tiene cinco puntos. La lesión de Moi, pocos minutos después de arrancar la segunda parte, disolvió al equipo como un azucarillo.

Si tiramos de contexto, no creo que sea el momento de sacar algún mantra mítico de la rojez como el de “si nos confiamos somos muy malos”. No creo que fuera eso, sinceramente. El equipo perdió el control del balón y a partir de ahí llegaron algunos errores defensivos, especialmente en la parcela de Aridane. 

En una contra el Elche empató y aún tuvo alguna como para darse por contentos con el empate. El tránsito por la Liga sigue plácido, pero un punto por debajo del que pelea por Europa. 

Ahora viene una semana tremendamente excitante con dos duelos en casa que pueden determinar un poco el futuro de la temporada. Lo mejor de todo es que para esos partidos Osasuna recupera a Lucas. El paraíso será un poquito más fácil de alcanzar.