Esta temporada de Osasuna se asemeja a un sueño, a una ilusión que parece no tener fin entre toda la hinchada rojilla.Es una alegría detrás de otra. Pero la realidad es que no es un sueño, es real. Y Osasuna tiene en su mano llegar a disputar una competición europea tras toda la penuria de la última década.

Lo tiene gracias a culminar otro encuentro notable, especialmente con una segunda parte para ponérsela un par de veces más.Osasuna, esta temporada, ha sido la bestia negra delAthletic. ¡Quién lo diría hace no tantos años!

Algo pasó en la Copa, está claro. Osasuna tiene un punto más de ambición que en otras temporadas.Otros años, la campaña rojilla habría acabado tras la explosión copera, pero ese regusto amargo que dejó quedarse sin levantar la Copa ha sido un impulso para la plantilla para intentar explorar las opciones europeas.

Se demuestra en el segundo gol rojillo. Abde estrella en el palo una falta que él mismo había forzado y, en el rechace, tanto Moncayola como Budimir se lanzan a por ese balón. El canterano pone el balón en el corazón del área y ahí sale la magia. Aimar tuvo la tranquilidad de un treintañero para entender que está rodeado de tres rivales y Torró se encontraba solo a la derecha. Pase y sentencia. Por cierto, Torró tiene una cláusula muy baja para el valor que tiene. Cada partido que pasa, engrandece su figura.

Antes había abierto la lata Budimir. El croata está en su zona de cónfort. En las últimas jornadas del campeonato liguero el delantero rojillo es un arma letal para cualquier rival.Es cierto que el portero rival tal vez podía haber hecho algo más, pero el remate de Budimir tiene mucho mérito. Yo apostaría que con seis goles no termina la temporada. 

Es un placer poder contar que Osasuna, a falta de dos jornadas, depende de sí mismo para clasificarse para jugar en Europa. Algo cambió en Sevilla. Ojalá se quede por muchos años en Osasuna ya que es algo que se ha echado en falta muchas veces en la historia rojilla (“Osasuna es un club grande con un conformismo casi enfermizo”, dijo Robinson). Tal vez se quedó en La Cartuja. De momento, ese nuevo empuje ha servido para convertir el sueño en realidad.