La fragilidad defensiva condena a Osasuna en este inicio liguero

Salvo aquel día del debut, en el resto de encuentros a Osasuna siempre le han marcado y, es más, prácticamente en todas las oportunidades un mínimo de dos goles. Solo se sale de esta norma el otro partido que se ha ganado, contra el Valencia en Mestalla (1-2), donde se recibió uno. El balance de los siete compromisos del curso, incluidos los dos partidos de Liga Conferencia frente al Brujas, resume que Osasuna ha hecho diez goles y ha encajado doce. Si se circunscriben los datos a los encuentros de Liga, el cómputo es de siete goles a favor por ocho en contra. Indudablemente, el último encuentro de Liga en Getafe refuerza ese balance poco feliz porque recibir tres goles de una tacada debe considerarse siempre como una jornada nefasta. La estadística general no es horrible –un gol en contra más que a favor en la Liga–, pero sí preocupante porque empezar tan pronto con el balance desnivelado suele llevar a peores conclusiones.

Si en el Coliseum saltaron algunas alarmas por la cantidad y la calidad de los goles encajados –los tres de cabeza, dos en sendos córners–, en El Sadar va quedando claro que por el momento no hay manera de echarle el candado a la puerta. Los tres visitantes del estadio pamplonés, incluido el Brujas, han endosado dos dianas cada uno. La consecuencia es que Osasuna sigue sin brindarle una victoria en casa a su público. La visita del Sevilla el sábado es un reto por todas partes. La pasada temporada el balance final de goles de Osasuna fue de 37 a favor por 42 en contra.

El centro lateral, un problema

Una de las tareas pendientes de Osasuna para corregir esta sangría de goles que está recibiendo en contra en este primer tramo de la temporada es el centro lateral. De los doce goles recibidos en los siete encuentros disputados (5 de la competición doméstica y dos de la Europa Conference League) 7 de ellos, entre los que se encuentran los cuatro últimos, han venido de centro lateral del rival y cuatro (dos de ellos en Getafe), han sido concedidos desde el córner. La temporada pasada, a estas alturas, el equipo se mostró más sólido, concediendo solamente tres tantos –por los mencionados ocho que ha recibido en la presente edición liguera–. 

12 porterías a cero el año pasado

Otro dato que llama la atención es el número de porterías a cero que consiguió Osasuna el curso pasado. En 12 ocasiones, el equipo pudo poner el candado a su marco once de ellas en Liga y una en Copa del Rey), lo que deja una estimación de una portería a cero cada poco más de cuatro partidos, cuando este curso el promedio en la competición doméstica se sitúa en un partido imbatido cada cinco. 

Esas once porterías a cero le reportaron a Osasuna 25 de los 53 puntos con los que terminó la temporada o, lo que es lo mismo, más de media permanencia en la categoría, objetivo principal que persigue la entidad rojilla temporada tras temporada para luego, como hizo el curso pasado, soñar con alcanzar cotas mayores. De momento, el cuadro rojillo ha puesto el cerrojo ante el Celta, duelo en el que consiguió sumar los primeros tres puntos tanto en Liga como a domicilio, precisamente.

Su rival de este sábado llega en una situación en cuanto a números goleadores similar a la de los rojillos, con el matiz de que tiene un encuentro pendiente por disputar. En cuatro partidos, el Sevilla, que no ha puntuado en su único desplazamiento liguero hasta la fecha, ha anotado seis dianas por las ocho que ha recibido.