"Firmé un precontrato con Baiko Pilota en octubre de 2021, pero antes, quitando algún día suelto ese verano, no había tenido contacto con las empresas profesionales”, cuenta Martxel Iztueta (Tolosa, 2004). Este viernes debuta con la firma de Bilbao en el Beotibar, a partir de las 21.00 horas, ante su gente. Un año en las nubes. El partido es de campanillas: Unai Laso, el campeón del Manomanista, hace de padrino del guipuzcoano ante Jon Ander Peña y Aitor Aranguren. “Jugar con Laso quizás suponga más presión, pero estoy muy contento de que estrenarme con él de compañero”, recita.
“Es el pelotari que más ha progresado en aficionados en el último año y el mejor zaguero de la categoría en la actualidad”
Desde que saltó la pandemia del covid-19, la vida deportiva del guardaespaldas, un tallo de 1,90 metros de altura y 79 kilos de peso, ha tomado una velocidad endiablada. “Pasé de casi no jugar torneos importantes, para los que no me llamaban, a estar ahí arriba”, desgrana el tolosarra, quien recita que “ha sido un año y medio muy bueno y todo ha ido muy rápido”.
Coger peso
La mejora viene en todos los aspectos. Él mismo reconoce que una parte reside en el físico. “Crecí bastante y cogí kilos. Ahora estoy flaco, pero antes más. También he mejorado la técnica”, admite. Desde Baiko sí que le han dicho que debe coger “algún kilo”. “Tiene que ser despacio, con sentido”, desbroza. Arriba en el campo profesional después de jugar su última campaña de categoría juvenil en aficionados. Hay grandes expectativas. Aimar Olaizola, responsable deportivo de la firma de Bilbao, le lanza flores: “Es el pelotari que más ha progresado en aficionados en el último año y el mejor zaguero de la categoría en la actualidad”.
Asimismo, el nuevo profesional, un pelotari elegante, con dos manos bonitas, explica que “estamos haciendo hincapié en todo”. “Normalmente, ahora que no tengo partidos, hago dos entrenamientos de frontón a la semana en Beasain, Tolosa o Bilbao. El físico lo estoy trabajando con Unai Lejarreta en Hernani. El plan es compaginar todos los aspectos”, analiza Iztueta.
“No suelo fallar mucho y cuando tengo la oportunidad, intento darle”, sostiene. El ascenso será en un escenario en el que “la velocidad”
El tolosarra se describe como un pelotari con “dos manos bastante parecidas”. “No suelo fallar mucho y cuando tengo la oportunidad, intento darle”, sostiene. El ascenso será en un escenario en el que “la velocidad” cambia mucho. “Al principio cuesta adaptarse al material, pero creo que voy mejorando”, certifica Martxel, quien declara que “toda la vida ha sido he sido bastante duro de manos, pero desde principios de verano empecé a andar más justo. Yo creo que es por la carga de partidos. Ando recuperándome”.
La noticia, tras perder El Antiguo
Fue el día después de perder la final de El Antiguo cuando Iztueta recibió una llamada que le cambió la cara. Era Baiko, que le ofrecía pasar a profesionales. “Estaba un poco triste y lo tomé con mucha alegría. No me lo esperaba. Sí que tenía la ilusión de dar el salto alguna vez, pero tan pronto no me lo esperaba”, concreta el manista. Lo tenía claro: “Hay que coger el tren cuando pasa”. “La familia y la gente de cerca lo tomaron con felicidad, pero también con un poco de sorpresa. Nadie se lo esperaba”, comenta el guardaespaldas guipuzcoano, que cursa Administración y Dirección de Empresas.
Ha firmado un contrato con Baiko que vincula sus caminos para las próximas dos campañas. El tolosarra tiene tiempo para crecer. “Mi objetivo es jugar partidos, ir mejorando y disfrutar en la cancha ahora que tampoco tengo mucha presión”, remacha Martxel. Inicia una senda ilusionante.