Llega la noche, ese momento en el que por fin nos relajamos después de pasar horas corriendo de aquí para allá, y nos disponemos a disfrutar de la cena, la comida más reposada del día en la que todo nos sabe bueno.

Pues bien, llegan entonces los expertos y nos dicen que las cenas deben ser ligeras y que, a ser posible, no pruebes bocado tres horas antes de acostarte. De esta forma, es comprensible que, conforme llega la hora de ir a dormir, nuestro estómago empiece a rugir y tratemos de calmar el hambre con algún que otro capricho.

Lo cierto es que hay alimentos que deberías evitar a toda costa si no vas a tardar mucho tiempo a acostarte, ya que ingerirlos puede dificultarte el descanso, ralentizar la digestión e incluso hacerte ganar algún kilo de más. Algunos de ellos son:

1- Dulces. Si te levantas con sensación de cansancio prueba a eliminar de tu dieta esa leche con cacao acompañada de galletas que tan a gusto te tomas antes de acostarte. Ese elevado aporte de azúcar le sentará fatal a tu sueño.

2- Pan. Su contenido de harinas y azúcares refinados nos aporta una carga extra de calorías e impacta de forma negativa en la salud metabólica. Además, aumenta el riesgo de sobrepeso y de problemas de glucemia.

3- Cereales. Son ricos en azúcares simples y estimulan la actividad del sistema nervioso poniendo a nuestro cerebro en alerta. Nos apotarán una energía que no vamos a quemar y que nos impedirá conciliar el sueño. También pueden provocarnos pesadillas. 

Boles con cereales de distintos tipos. Freepik

4- Helado. ¿Quién puede resistirse a un helado después de cenar? Nos autoconvencemos diciendo que, total, es pequeño y, además, es un alimento digestivo. Esto segundo es una verdad a medias, ya que va a depender del tipo de helado. Por lo general, estos tienen muchas grasas y azúcares que alteran el metabolismo y la actividad del sistema nervioso y pueden hacer que pases una mala noche.

5- Chocolate. Comer una porción al día es sano, sobre todo si es negro, ya que es un alimento rico en antioxidantes y aminoácidos esenciales para el bienestar físico y mental. Sin embargo, también tiene cafeína que mejora la agilidad mental, reduce el cansancio y acelera nuestro metabolismo, una mala opción si vamos a irnos a dormir, ya que así difícilmente podremos conciliar el sueño.

Tabletas de chocolate negro cortadas en trozos. Freepik

6- Picante. La digestión se hace más lenta durante el sueño, por lo que digerir la comida picante llevará más tiempo y puede causarnos molestias durante el sueño. También puede producirnos acidez de estómago, reflujo y ardor abdominal. Además, tiene muchas calorías por lo que puede hacernos engordar.

7- Sal. Las comidas demasiado saladas nos harán despertar con sed durante la noche y al levantarnos a beber agua nos desvelaremos.

8- Embutidos. Son alimentos con mucha grasa y no son recomendables para la noche, ya que nos producirán digestiones pesadas. Tu estómago e intestinos estarán activos más tiempo por lo que te resultará complicado conciliar el sueño.

Degustación de distintos tipos de embutidos. Freepik

9- Queso. Contiene una monoamina llamada tiramina que disminuye la secreción de las hormonas que regulan el sueño. Además, al ser un alimento pesado y con mucha grasa, puede causarnos desequilibrios inflamatorios y dolencias estomacales. 

10- Café. Debes evitarlo, ya que estimula el sistema nervioso central y pone tu cerebro en estado de alerta. Aumenta la producción de adrenalina y nos aporta energía. Una vez asimilado te mantendrá despierto varias horas, por lo que no es buena idea tomarlo si vas a acostarte pronto. Tu cuerpo tarda 6 horas en eliminar la cafeína, así que prepárate para pasar la noche dando vueltas en la cama.

Un café con tres piezas de bollería. Freepik

11- Agua. Siempre es saludable beber agua, pero hacerlo en grandes cantidades antes de irnos a dormir hará que nos despertemos de noche con ganas de ir al baño lo que interrumpirá nuestro sueño y dificultará que tengamos un buen descanso.

12- Alcohol. Ingerir alcohol reduce la fase REM, aquella fase del sueño en la que nuestro cuerpo se recupera y se prepara para mantenerse despierto al día siguiente. Tu sueño será ligero y muy poco reparador, ya que cualquier pequeño ruido te despertará y no descansarás bien. 

Cuando llegue la noche ten en cuenta qué, cuánto y cuándo vas a cenar y sigue los consejos de los expertos para que lo que comas no interfiera en tu sueño y como consecuencia puedas disfrutar de un buen descanso que te aporte la energía necesaria para afrontar la siguiente jornada.