El equipo técnico ganadero de INTIA, formado por especialistas en veterinaria y encargado de asesorar a profesionales del sector ganadero, constató a principios de junio “un incremento de la presencia de garrapatas en zonas rurales de Navarra”. Además, comparándolo con años anteriores, advirtió de “una serie de cambios en la distribución geográfica de este parásito, al extenderse hacia zonas situadas más al Norte y de mayor altitud de la Comunidad Foral”, una circunstancia que pudo “estar propiciada por las altas temperaturas y los meses inusualmente secos”.

La sociedad pública, que recordó la importancia de los programas de vigilancia y control de garrapatas, en concreto las que pueden transmitir enfermedades, explicó que este tipo de parásitos “se muestran especialmente activos desde la primavera y hasta el otoño. Cada especie tiene diferentes necesidades medioambientales, lo que hace que se puedan encontrar activas en cualquier época del año, aunque en nuestra zona la mayor actividad aparece a partir de la primavera”.

Dos grandes grupos de garrapatas

Como explicaron desde INTIA, las garrapatas son artrópodos parásitos hematófagos, que significa que se alimentan de la sangre del hospedador, sea animal vertebrado o persona, y están clasificados en dos grandes grupos: duras (ixódidos), que poseen un caparazón de quitina y que son las que con más frecuencia parasitan el ganado, y blandas (argósidos), sin caparazón.

En este sentido y dado que son vectores de diversas enfermedades, la sociedad pública destacó la importancia de tomar precauciones en esta época del año para evitar sus picaduras.