Nuestra principal fuente de financiación es un concierto social totalmente obsoleto e insuficiente. ¿Cómo garantizamos la atención? Con dificultad, recurriendo a subvenciones y con el esfuerzo y sacrificio de un equipo de profesionales que lo da todo. Pero nos cuesta retener talento, la gente está agotada y todo se resiente”. Son palabras de Andrea Corera, coordinadora general de Antox, una asociación que lleva más de 40 años trabajando en la investigación, prevención y tratamiento de las adicciones y que sobrevive gracias a la profesionalidad y dedicación de las personas que la integran.

Esta asociación ofrece varios programas pero solo uno, el de comunidad terapéutica, está financiado por la Administración y además las plazas “son insuficientes”. “El tratamiento ambulatorio, que lo solicita el 100% de las personas que salen de la comunidad, el de atención sociofamiliar o el de incorporación laboral se sufragan con subvenciones. Pero es que no podemos dejar de atenderles cuando salen da la comunidad, hay que seguir acompañándoles en el proceso porque ahí es cuando llegan las recaídas. Es fundamental para consolidar hábitos”, asegura la psicóloga de Antox, Blanca Martínez, que añade “si no nos implicásemos como lo hacemos estas personas recibirían sólo la atención terapéutica de 9 meses (antes eran 12 pero lo han recortado). No habría ni atención a las familias, ni incorporación laboral, ni apoyo ambulatorio...”.

DATOS ANTOX

Programa Comunidad Terapéutica: 73 casos en 2023. Esos 73 casos correspondientes a 69 personas (62 hombres y siete mujeres), cuatro ellas han sido reingresos. El perfil es un hombre soltero, de 41 años, sin hijos y en paro.

Alcohol, droga principal de ingreso. Alcohol (33%), cocaína (21%) y anfetaminas (15%) son las drogas principales que motivan el ingreso. 

Más de la mitad de los pacientes, con medidas judiciales o pendientes. El 39% tiene causas judiciales pendientes y un 16% medidas en cumplimiento.

El 80% llega derivado de Salud Mental. Un 10% desde instituciones penitenciarias y el otro 10% desde el ámbito judicial.

Lista de espera de 2 meses para ingreso. El índice acumulado de ocupación fue del 99,85% en 2023.Actualmente hay 2 meses de lista de espera. En este tiempo se ha reforzado el programa de atención ambulatorio.

Otros programas... El único programa financiado por la Administración es el de comunidad terapéutica, pero Antox ofrece programa de tratamiento ambulatorio, de atención sociofamiliar, de incorporación sociolaboral y el servicio de prevención pause.

Signos de alarma. Si el objetivo principal de tu vida es pensar o dedicarte a obtener la droga; si empieza a tener repercusiones negativas a nivel familiar, social, laboral; si dejas de hacer actividades que te gustan y se dedican solo a obtener sustancias; intentos infructuosos de dejar de consumir.

Ante esta realidad, la profesora Idoia Pardavila de la Universidad de Navarra reflexiona. “Si es un problema real, ¿por qué cada vez se financia menos? Se está normalizando o invisibilizando un problema que en los 80 tuvo un gran impacto social. Pero la sociedad está parada. Si no se visibiliza, no se ve la necesidad y si no se ve la necesidad, no se subvenciona. Las drogas no generan impacto social, no han incrementado niveles de delincuencia, no vemos la problemática, que la hay, pero como no tiene esa magnitud...”, afirma. La psicóloga de Antox asiente y añade: “El impacto que tuvo la heroína hizo que un grupo de familias crearan Antox en 1981 y un año después la Administración creo la comunidad terapéutica”. “Esperemos que no ocurra una desgracia como con la heroína que obligue a movilizar la maquinaria. Falta concienciación, pero ¿qué pasa si nos plantamos?”, se pregunta Corera, que quiere agradecer a los grupos parlamentarios el respaldo y confianza en el proyecto. "Confiamos en poder seguir trabajando de forma conjunta para la mejora de la atención de las personas con adicciones y su familia".

Incluir perspectiva de género

Tanto las profesionales de la UN como de Antox abogan por la necesidad de incluir la perspectiva de género en la investigación y tratamiento de las adicciones. “Nos estamos formando, pero necesitamos recursos para dar un atención teniendo en cuenta la perspectiva de género”, dice Corera. En primer lugar, la mujer pide menos ayuda y la brecha de acceso se agranda. “La mujer que da el paso viene sola (el hombre siempre lo hace acompañado de una mujer) y llega con mayor deterioro porque ha ocultado el consumo por la doble estigmatización y penalización social”, explica Martínez, que añade que “donde hay más mujeres es en el programa familiar por el papel de cuidador y está aumentando en el ambulatorio porque como suelen tener hijos a cargo se les hace difícil ir al terapéutico”.