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Azpeitia pide a sus vecinos que arropen a la familia de Inaxio Uria

HOY SE CUMPLE EL PRIMER ANIVERSARIO DE SU ASESINATOEl alcalde convoca a los ciudadanos a la una de la tarde en el monolito que recuerda al empresario

Azpeitia pide a sus vecinos que arropen a la familia de Inaxio UriaRuben Plaza

SAN SEBASTIÁN. Hoy se cumple un año del asesinato del empresario Ignacio Uria. El alcalde de Azpeitia, Julian Eizmendi, llamó ayer a todos sus conciudadanos a que a la una de la tarde participen en la concentración silenciosa de quince minutos en recuerdo del industrial y en solidaridad con su familia. La cita será en Loiola, en el lugar donde dos activistas tirotearon al empresario: cerca de su empresa y al lado del monolito que los allegados de Uria instalaron a finales de noviembre, una vez tuvieron el visto bueno de todos los partidos municipales.

El asesinato de Uria supuso el golpe más fuerte que ETA había dado contra la construcción de la Y ferroviaria. La empresa de la que Ignacio era uno de los propietarios, Altuna y Uria, había sido una de las adjudicatarias de las obras. El atentado atacaba directamente a la credibilidad del movimiento anti-TAV, que ya había intentado deshacerse de la violencia. Pero los principales afectados del asesinato fueron la familia y los amigos del industrial. Apenas hablaron. Lo hicieron mediante dos comunicados el mismo mes de diciembre. Primero sus hermanas y después su viuda y los hijos.

tenía 71 años Destacaron su carácter. Las hermanas agradecieron el apoyo recibido y hablaron de él como un "hombre ejemplar, humilde, gran trabajador y sobre todo buen marido de Manoli, buen padre de familia de cinco hijos, abuelo de dos nietos y tío de muchos sobrinos", de "costumbres sencillas y muy religioso". Era el alma de las reuniones familiares y les aseguraba que tenía intención de vivir "hasta los 120" años. A las puertas de los 72, dos miembros de ETA le dispararon tres tiros en el pecho y en la cabeza. No le dejaron cumplir los 48 años más que prometió cumplir.

Doce meses después de aquel miércoles lluvioso, familiares, amigos y conocidos de la víctima guardarán quince minutos de silencio junto al monolito de la virgen de Olatz que se instaló hace dos semanas. También se sumarán las autoridades, a las que la familia pidió intimidad en las semanas inmediatamente posteriores a su asesinato.