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El machismo se resiste a desaparecer

Cinco mujeres de diferentes generaciones debaten sobre la situación de la mujer. El mito de la libertad sexual, la frustración de las rácanas medidas de conciliación, el papel del hombre en una sociedad más femenina o la tiranía del físico centran la conversación.

El machismo se resiste a desaparecer

pamplona. Cinco mujeres de entre 28 y 63 años charlan, invitadas por DIARIO DE NOTICIAS, sobre los retos de la mujer del siglo XXI. Reconocen los avances en la situación de la población femenina, pero coinciden en la necesidad de barrer de la sociedad los restos de un machismo, que, según su experiencia personal y laboral, se resiste a desaparecer.

DN: ¿Están obsoletos los conceptos de machismo y feminismo?

Silvia Costa: No se ha alcanzado la igualdad por eso es necesaria la presencia del feminismo, pero el de ahora es diferente al de hace unos años. En mi contacto con los jóvenes detecto situaciones cercanas al machismo y desigualdad en las relaciones.

Pilar Gallego: No entiendo que con la libertad de la que disfrutamos ahora haya jóvenes machistas. Eso es retroceder. Aunque en algunos aspectos se ha avanzado todavía hay mujeres que sufren el machismo no sólo de sus maridos sino también de sus hijos. Están machacadas por ambos.

Pilar Arroyo: En un anuncio de televisión que vi recientemente un hombre chasqueaba los dedos y a una mujer se le caía el vestido. ¿De qué vamos? Sigue existiendo esa imagen de la mujer y tragamos con ella. La mujer está de adorno y ese un mensaje que va calando aunque sea de forma subliminal.

Natalia Tajadura: Aunque la legislación avanza hacia la igualdad normativa, el machismo está vigente. Estamos en un modelo de sociedad heterosexual y patriarcal clarísimo. Son valores que adquirimos socialmente y que impregnan toda la sociedad pero que también tenemos asumidos individualmente, están en el sustrato de nuestra evolución como hombres y mujeres. Hemos dado pasos y en eso el feminismo, que ahora ha evolucionado, ha hecho mucho.

¿Los anticonceptivos fueron clave para la libertad sexual de la mujer, pero la ha alcanzado plenamente?

PA: Los anticonceptivos en su momento fueron clave, ahora están muy extendidos, pero quizá el reto sea que se conviertan en una solución de pareja, que el problema no quede siempre en manos de ella, que es quien toma la píldora, se liga las trompas, etc. Hay métodos que permiten que sea algo más compartido.

PG: Un hombre que tenga muchas relaciones es un machote, una mujer que haga lo mismo sigue estando mal vista.

SC: Esa crítica hacia la chica que no tiene pareja y mantiene relaciones sigue vigente entre las cuadrillas juveniles. Hablan de ese comportamiento, opinan sobre ello.

NT: Yo también lo detecto en mi trabajo con jóvenes. Persiste esa visión, que se deriva del modelo patriarcal y la visión del amor romántico. Aunque parece algo antiguo, la mujer sigue esperando al príncipe azul y los hombres son los que intentan seducir a las mujeres. Parece que todo tiene que ser en pareja.

SC: Eso supone ver a las mujeres como incompletas, como seres que necesitan su media naranja, pero somos naranjas completas.

DN: ¿Ha evolucionado la pareja? ¿Se abren nuevas posibilidades para la mujer?

NT: Hay cambios. Empieza a ver modelos diferentes, ya no existe sólo la pareja heterosexual, con noviazgo y boda, pero no son mayoritarios y menos en una sociedad tan tradicional como ésta.

PA: Puede ser que nos guste el cliché, y si ves algo que se sale de lo habitual, parejas homosexuales, por ejemplo, no sabes situarte. Pero poco a poco todo esto se va normalizando.

PG: Las parejas evolucionan y los padres, las familias, nos tendremos que acoplar. Yo me separé hace 37 años, fui una pionera en Pamplona. Hubo profesores que les hicieron la vida imposible a mis hijos porque su madre estaba separada. Afortunadamente eso ha cambiado. Lo normal es que si una pareja no se entiende, se separe. No hay que pelearse, ni maltratarse, sino hablar.

SC: Por suerte se ha dado ese cambio, yo conozco parejas que viven cada uno en su casa y están estupendamente, pero el modelo más extendido sigue siendo la pareja formal que se hace pareja de hecho o se casa y tiene hijos. Hay una cierta presión para que sigas un determinado ritmo. ¿Cómo se manifiesta? Con preguntas como: ¿Tú cuándo te casas?

Adriana Olmedo: Ha habido cambios pero no se pueden llevar a cabo todos en una sola generación y que resulten normales y no se cuestionen. A la vez tanto mujeres como hombres nos estamos aún reubicando.

DN: ¿El hombre se está quedando atrás?

AO: Tengo la sensación de que están perdidos y están buscando su sitio.

NT: Tengo amigos que se plantean cuestiones sobre la masculinidad, hay pequeños grupos, sobre todo entre jóvenes, que lo hacen, pero no es algo mayoritario porque en este modelo social el hombre está representado en todos los ámbitos y tiene posiciones de poder sobre la mujer.

AO: Les cuesta relacionarse con lo nuevo. Te ven no cómo eres sino como creen que debe ser una mujer.

PA: La escritora Espido Freire decía que estaba hasta las narices de educar a todas sus parejas y de enseñarles cuáles eran las responsabilidades que debían compartir. Las expectativas de la mujer han ido cobrando envergadura y para algunos varones está siendo difícil de asumir.

AO: Las mujeres también tenemos que centrar nuestro lugar. Ha cambiado la situación, pero no hemos dejado de hacer lo que hacíamos antes: ocuparnos de los niños, de la economía familiar... y no se puede.

NT: No tenemos modelos y hemos asumido el masculino, pero ese no es el que queremos, igual que ellos no quieren el femenino para otras cosas.

AO: Estamos a años luz de poder llevar la vida que llevamos. No se puede continuar así o cambiamos el modelo de vida, los horarios, o esto va a petar.

AN: Llegamos al problema de la maternidad y la conciliación familiar.

PG: Los padres no tienen mala conciencia por irse a trabajar.

PA: Y las abuelas están siendo madres indefinidamente.

NT: Se empieza a oír hablar del problema de estrés en los abuelos.

PG: Pero tal y como están las cosas, en las parejas deben trabajar los dos, aunque tengan niños, pero ¿por qué no hay un horario de guarderías públicas adecuado para los padres que trabajan por la tarde?

AO: La sociedad exige ciclos de vida que debes repetir para realizarte como mujer. No somos lo bastante maduras para escuchar qué es lo que queremos hacer en lugar de qué es lo que se espera de nosotras: casarnos, tener hijos... A mí me preguntan constantemente cuándo voy a tener un hijo. Te lo exigen.

PA: No me gustaría que me hicieran ese tipo de preguntas y yo evito hacerlas. Además, ¿qué pasa si no puedes tener hijos? Nada. El problema es marcarte ser madre como objetivo y no poder. Esto causa una angustia tremenda en la mujer. El otro día una conocida de 40 años me decía: "yo quiero tener un hijo, ya sé que me salgo de la edad, pero me fastidia que por eso no tenga derecho a que el sistema me lo financie como hace con una de 35". Por otra parte, en esta cuestión sí se va avanzando porque relaciones sexuales y embarazo ya no están ligados.

PG: Pero todavía no se ve con naturalidad a las madres solteras.

PA: Además, se da por hecho que las mujeres solteras se tienen que hacer cargo de sus familiares.

SC: Si entre hermanos eres chica también, pero si además eres soltera tienes más boletos, como si por el hecho de serlo no se contemplase que puedas cultivar tu vida de otra manera y tuvieras menos cosas que hacer.

NT: Yo estoy en esa situación. Vivo sola y en algunos contextos sigo siendo un bicho raro, chica, de 40 años, sin familia, con una pareja con la que no convive... He tenido que reeducar a mis hermanos, como Espido Freire, pero me lo han puesto fácil. Hablo con chicas en mi situación y eso pesa, como el tema de la maternidad. A mí también me lo han preguntado muchas veces. Los estereotipos están tan integrados que afloran en detalles de este tipo.

DN: ¿Hemos perdido combatividad pero, según parece, queda mucho por conseguir en esta materia?

AO: Los políticos son hombres.

PG: Pero las mujeres mismas nos dejamos mucho. Cuando hay elecciones en las empresas, por ejemplo, a igual valía, en vez de votar a mujeres, lo hacemos por los hombres.

AO: La naturaleza es como es. La mujer tiene la maternidad y la vive de diferente manera al hombre la paternidad. Al final es la mujer la que acaba dejando el trabajo o ve su carrera afectada porque el hijo pasa a ocupar el primer puesto absoluto, algo que no ocurre en el caso de los hombres y esto no cambiará, pero adoptar un modelo masculino no va a funcionar porque chocará con la maternidad, con la necesidad de querer dedicar más tiempo al hijo. Como para los hombres la paternidad no va a ser más importante que ellos mismos o sus carreras nunca les va a parecer necesaria la conciliación.

NT: Se pueden hacer cosas, medidas para promocionar a la mujer y que recupere el tiempo empleado en atender a los hijos. Por lo menos probar, porque no hay medidas reales.

AO: Necesitamos una política femenina y no me refiero a más mujeres políticas, que cuando están en el cargo tienen mentalidad masculina, sino a un pensamiento femenino.

SC: Se trata de no asumir el valor de la competitividad a tope, de no rechazar negociar ni empatizar

DN: Los colectivos feministas critican la tiranía del físico impuesta por el machismo...

PG: Entramos en el juego nosotras.

AO: Que la mujer esté siempre guapa no es una necesidad nuestra. Hemos entrado en una competición en la que todas tenemos que ser iguales. Nos parece que hemos ganado algo porque nos podemos operar, dar una crema de 50 euros. Parece una victoria cuando es una esclavitud.

SC: Las jóvenes están muy pendientes de estar guapas según el patrón que exige, por ejemplo, operarse el pecho. Hay una pérdida del valor de ser guapa de manera natural y la hermosura pasa por ponerse cosas.

NT: Estamos metidos en un modelo de consumo en el que también están entrando los hombres.

PA: Para las chicas que van a determinadas tiendas donde también se visten sus amigas no entrar en determinadas tallas es un sufrimiento.

AO: No es sólo un problema de juventud o inmadurez sino de que el consumismo se ha convertido en un monstruo que nos está devorando y nuestra vida se ha convertido en pura imagen estética, ha desaparecido todo lo interior. Para que te quieran tienes que alimentar lo de dentro, no sólo lo externo.

PA: Oyendoos hablar creo que hay que reinventar el feminismo y trabajar nuevos aspectos.

AO: Sí y más cuando el hombre dice que el feminismo ya no es necesario. Si lo dice es porque lo es.

NT: Parece que vivimos una guerra contra los hombres y no es eso por que los hombres también pierden con este modelo.

SC: Pierden poder expresar el mundo de los sentimientos.

Pilar Gallego Fernández

Responsable del Área de Jubilados de CCOO

l Datos personales. Viuda y madre de tres hijos.

l El apunte. Trabajó durante 33 años en el sector de la limpieza y ha sido sindicalista durante 16. Negoció convenios en los 70, "cuando nos perseguían los policías; hasta me tuve que esconder en un confesionario".

Pilar Arroyo Aniés

Médica en el Centro de Salud de Huarte

l Datos personales. Casada y con dos hijos.

l El apunte. Pionera de la Atención Primaria, ha desarrollado su labor como médica de Familia en el centro de Salud de la Chantrea, 15 años, y en el de Huarte, 10 años. Vivió el traslado del primero a su nueva ubicación.

Natalia Tajadura Arizaleta

Trabajadora social

l Datos personales. Soltera y sin hijos.

l El apunte. Su labor como trabajadora social le ha puesto en contacto con diferentes colectivos, entre ellos, el de los jóvenes. Conoce de primera mano los problemas de las universitarias navarras.

Adriana Olmedo

Actriz y cantautora

l Datos personales. Casada y sin hijos.

l El apunte. Esta artista rompió los tabúes de la sexualidad en la obra Me lo hago sola. Como cantautora ha editado, entro otros discos, Manual de salvación,La Fanfar del Grito y Con los pies en la Tierra.

Silvia Costa Sanz

Voluntaria del Colectivo Buenos Tratos

l Datos personales. Soltera y sin hijos.

l El apunte. Esta trabajadora social dedica parte de su tiempo al Colectivo por los Buenos tratos, que impulsa un enfoque positivo de las relaciones de pareja para evitar, entre otras cuestiones, los malos tratos.