PAMPLONA/MADRID. Asimismo, el jefe militar de Gadafi, Abu Bakr Yunus Jabr, ha muerto durante la captura del derrocado líder libio, según el CNT. Varios combatientes del CNT han asegurado a Reuters que han sido testigos de la captura y un miliciano del Consejo ha asegurado que Gadafi estaba escondido en un agujero en Sirte y que gritaba "No disparen, no disparen" durante la captura.

El Departamento de Estados Unidos no ha confirmado todavía la noticia y la OTAN ha asegurado que la está comprobando y que tardará "un tiempo en confirmarlo".

Las fuerzas armadas del Consejo Nacional de Transición (CNT) libio anunciaron hoy la liberación total de Sirte, último bastión de las brigadas fieles a Muamar al Gadafi, según el canal de televisión catarí Al Yazira.

"La ciudad de Sirte ha sido totalmente liberada, pero los combates no han terminado. Los gadafistas han huido hacia las afueras y nuestras fuerzas les persiguen", dijo uno de los jefes militares rebeldes.

Los insurgentes lograron ayer por la tarde controlar la entrada del barrio "Número 2", último reducto de las tropas fieles al antiguo régimen, obligando a una parte de ellas a huir y cercando a las pocas que resistían.

Hoy, al amanecer y tras reforzar sus posiciones, las fuerzas del CNT bombardearon intensamente con fuego de mortero y artillería pesada los refugios de los gadafistas y, tras unas horas de combate y numerosos muertos y heridos en sus filas, los rebeldes anunciaron "la victoria final", según Al Yazira.

Uno de los jefes militares rebeldes explicó a la emisora catarí que el barrio en el que se escondían los gadafistas y desde el que ofrecieron una feroz resistencia durante las últimas semanas, está siendo sometido actualmente a un vasta operación de rastreo.

Añadió que varios miembros de las tropas fieles a Gadafi han sido capturados vivos y que los rebeldes se han hecho con una importante cantidad de armas y municiones.

"Los gadafistas han huido hacia el oeste y actualmente se encuentran a unos 12 kilómetros del centro de Sirte, pero nuestras fuerzas están dándoles caza", indicó.

Sirte, la ciudad natal Gadafi, en el centro del litoral libio, estaba bajo el asedio rebeldes desde hace cerca de dos meses.

Mustafá Abdelayil, presidente del CNT, había declarado en numerosas ocasiones que la caída de Sirte abriría la vía para el anuncio de la liberación de la totalidad del territorio libio.

También había asegurado que un mes después de la toma de la ciudad, el CNT anunciaría la formación de un Gobierno de transición encargado de dirigir Libia hacia la democracia.

El CNT confirma "la muerte de Gadafi"

El vicepresidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), Abdul Hafiz Ghoga, ha confirmado durante una rueda de prensa en Benghazi que Muamar Gadafi ha muerto "a manos de los revolucionarios" y ha asegurado el gobierno interino anunciará la liberación de Libia "en las próximas horas".

"Anunciamos al mundo que Muamar Gadafi ha muerto a manos de los revoluconarios", declaró. "Anunciaremos la liberación de Libia en las próximas horas, puede incluso que antes", agregó.

Gadafi muere defendiendo un régimen totalitario y represivo derrocado por su propio pueblo

El coronel Muamar Gadafi, que gobernó Libia durante 42 años, ha muerto este jueves defendiendo un régimen totalitario y represivo que tocó a su fin el pasado 23 de agosto, con la toma de Trípoli por parte de las fuerzas que se crearon para derrocar al dirigente por haber aplastado las protestas antigubernamentales de febrero.

Gadafi, conocido en todo el mundo por su excentricidades --como su equipo de exóticas mujeres guardaespaldas o las jaimas que montaba en sus visitas oficiales a otros países--, huyó de la capital cuando comprobó que las fuerzas rebeldes se estaban acercando. No había rastro de él, y algunos dijeron que se ocultaba en una zona desértica del sur del país.

El exlíder libio ha fallecido el mismo día en que las fuerzas del Consejo Nacional de Transición (CNT) --el Gobierno interino formado por los sublevados-- han anunciado la toma de las últimas posiciones que estaban en manos de los 'gadafistas' en Sirte, ciudad natal del dictador.

Gadafi tenía un carisma que, al menos al principio de su régimen, le granjeó el apoyo de muchos ciudadanos libios. Su disposición a enfrentarse a las potencias occidentales y a Israel, tanto verbalmente como con acciones, le hizo ganar un cierto prestigio en otros Estados árabes donde la gente consideraba a sus gobernantes demasiado abúlicos.

Aunque en países como Túnez y Egipto las revoluciones llevadas a cabo por sus ciudadanos provocaron la caída de sus respectivos regímenes con bastante rapidez, en el caso de Libia no fue así, y comenzó un conflicto en el que acabaron interviniendo varios países, luego comandados por la OTAN, para proteger a la población libia de los ataques de las fuerzas gubernamentales.

FERREO CONTROL

Durante la mayor parte de los 42 años que duró el régimen, Gadafi ocupó una posición importante en la galería de 'villanos' del mundo. Mantenía un férreo control sobre el país eliminando a los disidentes y negándose a designar a un sucesor.

El 'Guía de la Revolución', que tomó el poder en 1969 mediante un golpe de Estado militar, consiguió mejorar la relación de su Gobierno con Occidente en 2003 al renunciar a su programa para fabricar armas de destrucción masiva a cambio de la suspensión de las sanciones que le habían impuesto.

Sus días estaban contados a partir del momento en que usó sus armas contra los manifestantes y ordenó al Ejército que limpiase la ciudad de Benghazi en febrero, lo que llevó a la comunidad internacional a iniciar una campaña de bombardeos aéreos en Libia, con la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, que favoreció a las fuerzas rebeldes.

El Tribunal Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra el líder libio, su hijo Saif al Islam y el antiguo jefe de los servicios de Inteligencia Abdala al Senussi por haber planeado la represión violenta de la revuelta, que comenzó en el este del país.

Cientos de manifestantes murieron abatidos a tiros por las fuerzas gubernamentales y, ya iniciada la guerra civil, mientras las fuerzas 'gadafistas' avanzaban hacia Benghazi, advirtió a los rebeldes de que no tendría "piedad ni compasión". Afirmó que iba a perseguirlos y atraparlos "callejón por callejón, casa por casa, habitación por habitación".

Uno de los ataques de la OTAN acabó con la vida del hijo menor de Gadafi, Saif al Arab, y tres de sus nietos, pero ésa no fue la primera vez que los países occidentales causaban la muerte de un miembro de su familia.

El expresidente estadounidense Ronald Reagan describió a Gadafi como un "perro loco" y envió a Libia aviones de guerra que bombardearon el complejo militar de Bab al Aziziya (en Trípoli), su base principal, en 1986, después de un atentado con bomba perpetrado en una discoteca de Berlín Occidental del que Reagan culpó a agentes libios.

"MORIRÉ AQUÍ, COMO UN MÁRTIR"

El líder libio usó el edificio bombardeado entonces, que durante 25 años no fue reparado, para pronunciar uno de los primeros discursos que dio durante la guerra. Gadafi dijo que la rebelión la habían llevado a cabo "ratas y mercenarios" que estaban bajo la influencia de drogas alucinógenas que echaban en el café y a quienes el entonces líder de Al Qaeda, Usama bin Laden, había lavado el cerebro.

A medida que pasaban las semanas, surgían rumores de que el dirigente había muerto o resultado herido en los ataques de la OTAN. Para desmentirlo, aparecía de vez en cuando hablando en televisión, aunque sus últimos discursos fueron difundidos sin imágenes, probablemente para no dar pistas sobre su paradero. En uno de esos mensajes afirmó: "No voy a dejar esta tierra, moriré aquí, como un mártir".

EXCÉNTRICO

Gadafi no ocupaba cargo gubernamental alguno y era conocido como el 'Líder Hermano' y el 'Guía de la Revolución'. Se esforzó por tener influencia en Africa y lo hizo, en parte, siendo espléndido con otros países más pobres utilizando los ingresos obtenidos de la explotación de los recursos petroleros libios.

En sus visitas al extranjero llamaban la atención sus excentricidades. Cuando el año pasado viajó a Italia, invitó a cientos de mujeres jóvenes a convertirse al Islam, algo que eclipsó la visita, cuyo objetivo era consolidar los vínculos entre Trípoli y Roma.

Los cables diplomáticos estadounidenses hechos públicos por WikiLeaks revelaron otros gustos del líder libio. Uno de ellos cuenta que insistió en alojarse en la planta baja cuando fue a Nueva York en 2009 para asistir a una reunión en la sede de la ONU y que se negaba a subir más de 35 escalones.

También se supo que tenía un equipo de cuatro enfermeras de nacionalidad ucraniana, una de las cuales era descrita como una "rubia voluptuosa".

SU GOBIERNO

Muamar Gadafi, hijo de un pastor beduino, nació en 1942 en una jaima cerca de Sirte, en la costa mediterránea. Dejó de estudiar Geografía en la universidad para iniciar una carrera en el Ejército. En 1969 tomó el poder a través de un golpe militar incruento en el que derrocó al rey Idriss, y en los años 70 formuló su 'Tercera Teoría Universal', una mezcla entre el comunismo y el capitalismo, plasmada en su 'Libro Verde'.

Mientras gobernaba, Libia se desarrolló rápidamente, aunque ahora la economía nacional está pagando el precio de la guerra y las sanciones. Una de las primeras tareas que emprendió fue reorganizar las Fuerzas Armadas, pero también gastó miles de millones de dólares en mejorar las condiciones de vida en el país, ganándose el apoyo de las clases populares.

Invirtió en proyectos de gran envergadura como la construcción de una fábrica de acero en Misrata o el Gran Río Artificial, una red de tuberías para transportar agua desde pozos del desierto hasta localidades costeras.

Gadafi adoptó la idea del panarabismo defendida por el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser e intentó, sin éxito, unir Libia, Egipto y Siria en una federación. Otro intento de unir Libia y Túnez tampoco tuvo éxito.

En 1977, cambió el nombre del país, designándolo Gran Jamahiriya (Estado de las Masas) Socialista Popular Arabe Libia.

Durante gran parte de su gobierno, sufrió el rechazo de los países occidentales, que le acusaban de tener vínculos con grupos terroristas y movimientos revolucionarios. Fue vilipendiado especialmente después del atentando con bomba perpetrado en 1988 por agentes libios en un avión de la aerolínea estadounidense Pan Am que cayó sobre la ciudad escocesa de Lockerbie. Murieron 270 personas.

Las sanciones que impuso la ONU en 1992 para obligar a Trípoli a entregar a dos sospechosos libios paralizaron la economía, apagaron el espíritu revolucionario de Gadafi y suavizaron su postura anticapitalista y sus discursos contra Occidente.