Arrasate/Donostia. Reciclar el aceite utilizado es tan importante, o incluso más, que hacerlo con los demás residuos urbanos. El motivo es muy simple: por cada litro de aceite usado se contaminan 1.000 litros de agua. En cambio, si se opta por el reciclaje, la misma cantidad de aceite sirve para fabricar un litro de biodiésel, un combustible totalmente ecológico y biodegradable.
Pese a ello, todavía hay quien sigue echando el aceite de la sartén o de la lata de atún por el desagüe, aunque lo cierto es que la mayoría de los guipuzcoanos ha interiorizado el mensaje y separa el aceite para depositarlo en los lugares habilitados para este objetivo. Muestra de ello es que la tasa de reciclaje de aceite usado se ha doblado en tres años, pasando de los 201 toneladas de 2008 a las 586 actuales. De ellas, 532,64 toneladas fueron recogidas en contenedores y 53,62, en puntos móviles, según los datos aportados por la Diputación de Gipuzkoa.
Dos Empresas Dos empresas se encargan de posibilitar el reciclaje del aceite usado en el territorio. La más veterana y extendida es Ekogras, una compañía con sede en Etxarri Aranatz (Navarra) que opera, fundamentalmente, con el sistema tradicional de contenedores. Eso sí, cuenta con distintos tipos de recipientes para recoger el residuos que, como indica su director comercial, Alfonso Fanjul, "se amoldan a las necesidades de cada zona". Los más habituales son los multienvases, en los que el usuario deposita el aceite introducido en botellas de cristal, botes de detergente y todo tipo de envases vacíos que se generan en las casas.
Este modelo está extendido en 80 de las 88 localidades guipuzcoanas, pero Ekogras también presta sus servicios mediante unos vehículos móviles que recorren los municipios, barrios, puntos limpios y garbigunes de Gipuzkoa, siguiendo un calendario y un horario determinado. Así, el ciudadano sabe dónde y cuándo puede dejar el aceite que ha generado en su cocina.
La segunda empresa se llama Eko3R y, como explica su gerente, Alberto Garate, ofrece un servicio "más avanzado". La principal novedad reside en que esta compañía de Arrasate ha diseñado unos contenedores que solo aceptan unos recipientes concretos, es decir, que el aceite usado ya no podrá guardarse en cualquier tipo de envase, sino en los botes que Eko3R reparte entre los usuarios. Después, la empresa se encarga de vaciarlos, limpiarlos y devolverlos al inicio del proceso, poniéndolos a disposición de los usuarios.
Otra de las características de este sistema es que tiene una flexibilidad total en el horario, ya que los contenedores funcionan durante las 24 horas del día. Cuando uno lo desea, acciona la máquina, introduce el recipiente de Eko3R y, en cuestión de segundos, recibe una nueva botella vacía para seguir guardando el aceite de la cocina. El gerente destaca que este modelo "permite reciclar más, sin desperdiciar ni eliminar ningún elemento del proceso como pueden ser los envases de plástico que se utilizan en los contenedores tradicionales".
El mercado de la empresa de Arrasate es más reducido que el de Ekogras, ya que comenzó a operar en 2010, frente a los 20 años de trayectoria que arrastra su competencia. En cualquier caso, Eko3R se ha hecho un hueco en el mercado y ya está presente en diversos pueblos de Gipuzkoa, Bizkaia, Araba, Iparralde y Catalunya. El último en adherirse a este sistema fue, hace varias semanas, Hernani que, en colaboración con Kutxa, instaló diez contenedores de estas características en el pueblo, a fin de impulsar hábitos sostenibles y mejorar la tasa de reciclaje de aceite usado. Además, todos los pueblos de Debagoiena, así como los polígonos de Ibaeta (Donostia), la localidad zuberotarra de Maule y varios municipios de Catalunya y Castilla León han optado por utilizar este sistema. En total, se han instalado 85 contenedores de Eko3R, de los cuales, medio centenar están ubicados en Euskadi, comunidad en la que la empresa presta servicio a aproximadamente 3.000 personas.
Biodiésel En contra de lo que se pueda pensar, el aceite que se deposita en los contenedores y vehículos móviles de Gipuzkoa no se destina a la elaboración de jabones. La única finalidad que se le da a ese material es la fabricación de biodiésel, un combustible mucho menos contaminante que los derivados del petróleo.
Independientemente del sistema de recogida utilizado, el aceite sobrante de las frituras, grasas, asados, alimentos enlatados y mantecas se deriva a las compañías que producen este tipo de carburante. Pero, previamente, Ekogras y Eko3R lo limpian y purifican en sus instalaciones para dejarlo apto para su uso como materia prima en la producción de biocombustible. En el caso de Eko3R, el aceite recogido se deriva a Biocom Pisuerga, en Castrojeriz (Burgos), donde se convierte en biocombustible, un carburante ecológico que no tiene azufre y contamina mucho menos que otros.
Por cada litro de aceite usado que es reciclado, se obtiene la misma cantidad de biocombustible y, al mismo tiempo, se evitan perjuicios como el atasco de las tuberías, los trabajos extras para el tratamiento de aguas residuales y las plagas urbanas. Hasta hace poco, este material era utilizado para engordar ganado y fabricar piensos y harinas pero, con este sistema, tiene un uso mucho más ecológico y sostenible.