Imágenes del accidente mortal en la fiesta del Madrid Arena
Una de las jóvenes en estado crítico tiene 17 años - "Colarse" en locales de ocio, una meta "fácil" para los menores
UNA DE LAS HERIDAS GRAVES ES MENOR La joven herida anoche en la fiesta de Halloween celebrada en el Madrid Arena que se encuentra ingresada en estado muy crítico en el Hospital Doce de Octubre tiene 17 años, y ha tenido que ser identificada por uno de sus hermanos, ya que sus padres se encuentran estos días fuera de Madrid.
Fuentes de la investigación han confirmado que las tres mujeres fallecidas son Katia Esteban Casielles, nacida el 4 de octubre de 1994 en Madrid; Rocío Oña Pineda, nacida el 14 de julio de 1994 en Madrid; y Cristina Arce de la Fuente, nacida el 13 de marzo de 1994.
Otras fuentes han explicado que Katia Esteban ha sido trasladada al tanatorio de la localidad de Daganzo y que Cristina Arce ha sido trasladada al tanatorio de la M-30, después de que a ambos cadáveres se les haya practicado la autopsia.
Por su parte, el cadáver de Rocío Oña ha llegado a primera hora de la tarde al Instituto Anatómico Forense.
La otra víctima es María Teresa Alonso Vinateo, nacida el 5 de abril de 1992 en Madrid, y se encuentra ingresada en estado crítico en la Fundación Jiménez Díaz, por heridas provocadas por el aplastamiento, según fuentes de la investigación.
COLARSE ES SENCILLO
La tragedia de Halloween que ha conmocionado esta madrugada Madrid ha sacado a la luz, una vez más, las ilegalidades que pueden llegar a cometerse durante la noche en los locales de ocio de jóvenes, donde acuden algunos menores de edad que intentan, y consiguen, como se ha visto hoy desgraciadamente, "colarse".
Los menores de 18 años saben bien que hay varias fórmulas que funcionan para entrar en una discoteca sin la edad mínima requerida, tal y como han explicado a Efe un chico y una chica que acaban de llegar a la mayoría de edad.
Por contra, los expertos en seguridad han defendido la existencia de "un protocolo" que puede evitarlo.
Ignacio R.A., que tiene cierta experiencia en estas prácticas, asegura que hay "varias fórmulas", que van desde la más burda -"saltarse la valla cuando 'el puertas' está distraído"- hasta algunas más sofisticadas que requieren pericia de falsificador de fechas y que, dice, son más seguras pero también más complicadas.
En general, según este joven que acaba de cumplir los 18 años, entre las formas más habituales de entrar en las discotecas está la conocida como "botella", que no es otra que formar un grupo grande de mayores y menores de edad mezclados y, si hace falta, "pagar un poco más, para que te dejen pasar sin mirar mucho".
La más utilizada, sin embargo, es la de pasar con un Documento Nacional de Identidad de un amigo mayor de edad.
En este caso recomienda lo siguiente: "Primero, que el colega se parezca un poco a ti y, aún más importante, aprenderse los datos del carné con el que vas a entrar. Porque 'flipas' si te preguntan dónde vives o cómo se llaman tus padres... y ¡te quedas en blanco!".
"Si superas la prueba -agrega- te ponen un sello en la mano y como ya puedes salir del recinto, pues sales, devuelves el carné a su dueño y pasa tu amigo también. ¡Es fácil!".
Marina S.S. que también acaba de estrenar los 18 años, corrobora puntualmente las declaraciones de Ignacio pero agrega que hay una treta más sofisticada que consiste en "modificar con arte" la fecha de nacimiento en el propio carné de identidad.
"Basta con colocar típex encima de la fecha de nacimiento, rascar un poco y cambiar sobre la mancha los números", agrega.
Además, si "los puertas" piden la documentación, es muy sencillo convencerles con excusas, especialmente los días en los que no hay mucha gente, coinciden ambos.
Todos estos "trucos" se pueden venir abajo con una seguridad competente, tal y como han destacado a Efe dos expertos en vigilancia -prefieren no dar sus nombres ni los de sus empresas- en lugares de gran afluencia.
Los vigilantes son los únicos que deben controlar a las personas que entran desde el punto de vista de la seguridad, por lo que son los que deben evitar la entrada de armas o cualquier objeto punzante.
Para una buena labor, estos profesionales deben situarse en los primeros accesos y calcular que haya uno por cada cien personas de público.
Después, deben cachear y registrar bolsos y mochilas en pocos segundos, asegurarse de que las puertas de emergencia están abiertas y de que entre escenario y público haya un pasillo de seguridad.
Preguntados por cómo evitar la entrada de petardos o bengalas, estos expertos han reconocido que se pueden "esconder en cualquier sitio" y que "es complicado" evitarlo.
Estos profesionales han asegurado que el tema de la mayoría de edad de los asistentes puede ser controlado por otro tipo de personal contratado.
Como en todo, estos profesionales han subrayado que la seguridad "cuesta dinero" y que, contar con medidas tecnológicas como son los escáneres, ayudarían a una vigilancia total.
Pero en el caso de esta madrugada testimonios recogidos por Efe señalaron que "todo estaba muy relajado".
Lucía G.M. entró esta madrugada en el Madrid Arena sin problemas y sin ninguna revisión: "No me pidieron el DNI, no hubo ningún control en la puerta y, ni siquiera escanearon mi entrada".
"Era muy fácil haber pasado con petardos o con lo que quisieras. Y no era porque hubiera colas. Simplemente no lo miraban", agrega.
Otras dos jóvenes, Isabel y Ana Aparicio, aseguran que esta noche no fue especial. "No nos pidieron el carné ni esta noche ni ninguna de las anteriores que hemos ido al Madrid Arena".
INTERROGATORIO POLICIAL
La Policía está interrogando a personal del Madrid Arena y a jóvenes que asistieron a la fiesta para averiguar las circunstancias en que se produjo.
El titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, que se encontraba de guardia cuando ocurrieron los hechos, se ha hecho cargo de las diligencias de investigación, tras encargarse esta madrugada del levantamiento de los cadáveres, han informado a Efe fuentes de la investigación.
Agentes de la Policía Nacional están tomando declaración al personal encargado de la fiesta del Madrid Arena y recabando testimonios de los jóvenes que se encontraban allí cuando se produjeron los hechos.
Las fuentes consultadas han señalado, no obstante, que hay muchas personas que se encontraban en ese momento en el recinto y que no vieron nada, por encontrarse al otro lado del lugar en que se produjo la estampida, dadas las dimensiones del Madrid Arena, que cuenta con un aforo de 10.000 personas.
La principal hipótesis que manejan los investigadores del origen de la estampida es el lanzamiento de una bengala y de varios petardos, cuyas detonaciones pudieron hacer creer a los asistentes que se trataba de disparos.
Al parecer, las víctimas de la avalancha se encontraban en un pasillo que comunica la pista con las escaleras de acceso a una planta superior.
Dos de los tres cadáveres se encuentran en el Instituto Anatómico Forense, donde a lo largo de la mañana han ido llegando familiares de las víctimas visiblemente afectados y también se ha desplazado hasta allí la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, para manifestar sus condolencias.
Fuentes de la investigación han confirmado que las autopsias a los dos cadáveres del Anatómico ya han sido concluidas, mientras que la tercera víctima mortal permanece en el Hospital Clínico, a donde fue trasladada cuando se produjeron los hechos.
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