pamplona. La omisión de la denominación Foruzaingoa vulneraría la legislación sobre el uso del euskera en las Administraciones Públicas de Navarra, que establece que todos los elementos de identificación de los servicios centrales deben redactarse en bilingüe.
El vetusto parque móvil de la Policía Foral, compuesto por coches que acumulan cientos de miles de kilómetros en algunos casos y/o reparaciones de hasta decenas de miles de euros en otros, obligó al Gobierno de Navarra en abril de 2012 a destinar 2,6 millones de euros para dotar al Cuerpo autonómico de 54 nuevos vehículos, entre ellos 28 coches patrulla (18 turismos, siete todoterrenos y una furgoneta), entre los ejercicios 2012 y 2016. La operación se lleva a cabo con un nuevo contrato de arrendamiento financiero de vehículos mediante la modalidad de renting.
Dentro de ese paquete, el Área de Tráfico y Seguridad Vial va a incorporar de forma inminente hasta siete nuevos coches patrulla, de los cuales solo dos van a presentar rótulos en castellano y en euskera, con la presencia de las palabras Policía Foral y Foruzaingoa en las partes más visibles de la carrocería, como el capó, las puertas delanteras y el portón trasero.
La denominación vasca, sin embargo, no aparecerá finalmente en cinco de esos vehículos, a los que se les habría retirado los rótulos después de tenerlos ya colocados (ver imágenes superiores). Fuentes de contrastada solvencia atribuyen esta orden al director general de Interior, Patxi Fernández, un extremo que él mismo negó ayer categóricamente, aunque sí reconoció que él acordó que solo dos coches luzcan letreros en euskera.
En concreto, dos de los vehículos en los que se prescinde de la palabra Foruzaingoa han sido destinados a la comisaría de Tudela, mientras que otros tres quedarán adscritos a la demarcación de Pamplona, donde también han sido destinados los dos únicos coches con rótulos bilingües, lo que evidencia una extraña e incomprensible dicotomía lingüística.
La decisión de Interior podría vulnerar el Decreto Foral 29/2003 que regula el uso del euskera en las Administraciones Públicas, ya que en su artículo 11 fija que "los rótulos indicativos de oficinas, despachos y dependencias, los encabezamientos o membretes de la papelería, los sellos oficiales y cualesquiera otros elementos de identificación y señalización se redactarán de forma bilingüe", criterio que sería extensible también a los vehículos, según las fuentes consultadas.
Más allá de las implicaciones legales, lo cierto es que el criterio general para todos los vehículos de la Policía Foral, y especialmente para los reservados al Área de Tráfico, ha sido que muestran ambas inscripciones en castellano y en euskera, al tratarse de patrullas que, al margen de su adscripción a una determinada comisaría, cuentan con una evidente movilidad que implica que puedan ser requeridos en cualquier momento para intervenir en otra zona de la geografía navarra distinta a la suya.