El Papa, con la bandera del Eibar

DONOSTIA. Poco le importó tener que realizar un viaje de 1.600 kilómetros (y otros tantos de vuelta) para desplazarse a bordo de la furgoneta familiar desde la localidad de Urola Erdia hasta la capital italiana.

Gracias a las gestiones realizadas por el embajador de Argentina en Roma, Juan Carlos Cafiero, habían conseguido una cita con el Santo Padre y no podían fallar a la misma.

Partieron desde Azpeitia el día 25 de mayo y llegaron con puntualidad británica a su destino, donde fueron recibidos por el embajador argentino. A partir de ahí, la experiencia fue, sencillamente, "impresionante".

Acompañado por su padre, Sergio, por su hermana Joana y Ángel, el novio de esta, el joven Santos pudo olvidarse por unas horas de la enfermedad que le ha tocado padecer y vivir "como en una película".

Quien así se expresa es el propio Sergio, que no tiene palabras para agradecer toda la ayuda que ha recibido la familia para que su hijo Santos haya podido recibir la bendición del papa Francisco. Además, los viajeros guipuzcanos tuvieron la posibilidad de recorrer el interior del Vaticano a bordo de unos vehículos de la embajada argentina.

El joven azpeitiarra, cuya distrofia muscular avanza lenta pero progresivamente desde que le fuera diagnosticada cuando apenas tenía diez años, acudió a la cita con el primer Papa jesuíta de la historia ataviado con una bandera de la Sociedad Deportiva Eibar; el equipo de fútbol que acaba de conseguir un impresionante ascenso a la Primera División del fútbol estatal y que también recibió la bendición papal.

hincha del Eibar Santos Rubén Gómez se hizo aficionado del Eibar hace apenas unos meses, cuando fue invitado por el club Lagun Onak de Azpeitia a presenciar un entrenamiento que el conjunto de la ciudad armera iba a realizar en el estadio de Garmendipe.

Según cuenta el padre del joven, "los jugadores del Eibar se volcaron con Santos, le dieron muchísimos ánimos, se sacaron fotos con él y le regalaron una camiseta del equipo". También recibió la invitación del club eibartarra para que presenciara un partido de fútbol en el estadio de Ipurua.

"Lamentablemente, perdieron ese encuentro, pero el trato recibido fue más que suficiente para que Santos se convirtiera en un hincha más del Eibar", explica su padre.

La decisión del joven de acudir a la cita con el papa Francisco llevando consigo una bufanza de la escuadra armera da buena fé de ello.

Por lo demás, Sergio recuerda que están "a tope" con la campaña impulsada con el fin de recaudar los 34.000 euros que necesitan para que Santos pueda ser sometido a un tratamiento con células madre "para frenar el avance de la enfermedad" en un hospital de China. En los cuatro meses que llevan de campaña han reunido 8.600 euros: "Vamos poco a poco pero avanzando", sentencia.