madrid - Pablo Iglesias dio ayer un paso atrás y renunció a ser el vicepresidente de un gobierno “de cambio” si ello facilita el acuerdo con el socialista Pedro Sánchez, quien agradeció el gesto, pero insistió en que la única fórmula posible para desalojar al PP de la Moncloa es un pacto “a tres” con Ciudadanos.
La renuncia de Iglesias a integrar ese hipotético ejecutivo tampoco modificó un ápice la postura de C’s, que ya ha advertido de que prefiere nuevas elecciones a un gobierno con Podemos y los independentistas.
Después de reunirse con Sánchez durante dos horas en el Congreso y tras semanas de distanciamiento, el líder de Podemos trasmitió al secretario general del PSOE que, si su presencia en un gobierno de coalición progresista supone una dificultad para los socialistas, está dispuesto a ceder y a no estar en ese ejecutivo. “Si el problema para el PSOE es mi presencia, renuncio a estar en ese gobierno. A partir de este momento me arremango la camisa y encabezaré la negociación”, proclamó.
Pese a ello, Iglesias sigue defendiendo un gobierno de coalición razonablemente proporcional con PSOE, Podemos y Compromìs, aunque, a diferencia de hace dos meses, ahora dice que “no toca hablar de nombres, sino de políticas y programas”, y reclama la misma “generosidad” a los socialistas.
“Ahora le toca ceder un poco al PSOE y tratar de explorar ese gobierno de coalición progresista”, insistió el líder de Podemos, que, a pesar de que está dispuesto a dialogar con Albert Rivera para que facilite ese ejecutivo, rechazó de plano estar en el mismo gabinete que Ciudadanos. Lo mismo que le pasa al partido de Rivera, que no quiere ni oír hablar de un pacto con la formación de Iglesias. No tiene inconveniente, sin embargo, en contar con la abstención de Podemos para que salga adelante un gobierno sobre la base del acuerdo que tienen con el PSOE.
Mensaje a Pedro Sánchez, que, por su parte, está convencido de que con “todas las cautelas y dificultades” ahora se está “más cerca” de un gobierno del cambio y “más lejos” de unas nuevas elecciones. La fórmula de Sánchez es un acuerdo a tres bandas con Podemos y Ciudadanos, que reconoce es “difícil” y “casi imposible”, pero al que no renuncia. “Todo acuerdo al que eventualmente me pueda someter en una investidura tiene que contar con el sí de Ciudadanos. No puedo decirlo más claro”, sentenció el líder del PSOE para garantizar que su pacto con Albert Rivera sigue plenamente vigente, al margen del paso atrás anunciado ayer por Pablo Iglesias.
error Sánchez agradeció “el cambio clarísimo de actitud” del líder de Podemos, quien, a su juicio, “cometió un error” al proponerse como vicepresidente del Gobierno. “Él se propuso solo, y él se excluye solo. Si alguien se excluye solo, es su responsabilidad”, precisó el dirigente del PSOE, que negó que él le haya vetado.
Sánchez subrayó que es una “buena noticia” para la izquierda que haya una “predisposición favorable al diálogo” por parte del partido de Iglesias y garantizó que a partir de ahora el diálogo “se va a basar en la sinceridad, la cordialidad y el respeto a ambas formaciones”. “Cuando hay voluntad de acuerdo hay voluntad de diálogo y eso hemos empezado a caminar pese a las dificultades”, comentó.
“El avance es positivo; se vislumbra una opción para que pueda haber un gobierno del cambio y progresista, la cuestión y es cómo lo materializamos y ahí está la discrepancia, una discrepancia que hablando, dialogando y negociando espero podamos salvar”, dijo el líder del PSOE, quien repitió en numerosas ocasiones la expresión “gobierno del cambio”, frente al “gobierno a la valenciana”, defendido por el líder de la formación morada.
Sánchez mantuvo la condición, imprescindible, de mantener “vigente” el acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos y a partir de él atraer a Podemos a un gobierno de coalición. Frente a la vía de los 161 diputados que promulga Iglesias, que son la suma de los diputados socialistas, de Podemos e IU, el secretario general del PSOE aboga por la del 199, que suman los escaños conseguidos por el PSOE, Ciudadanos y Podemos.
“Siempre hemos trabajado para la vía 199. Sabíamos que con 131 y con el rechazo de Podemos no podría ser presidente del gobierno. La única opción es que nos unamos las tres fuerzas políticas”, observó Sánchez. El líder socialista espera que el cambio de actitud de Podemos “sea sincero”. “Se verá si Podemos va en serio porque el PSOE y Ciudadanos sí van en serio”, apostilló. - Efe/E.P.
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las cesiones
Pablo Iglesias se presentó en la reunión con Pedro Sánchez con una lista de cesiones que estaba dispuesto a asumir. Las cámaras de Cuatro captaron una página con los cuatro argumentos que tenía preparados el líder de Podemos para tratar de persuadir al secretario general del PSOE. Con el título de ‘Cesiones que he trasladado’, Iglesias planteó una reforma fiscal menos redistributiva, incrementar el gasto público en 60.000 millones en vez de 90.000, reducir del déficit a un ritmo mayor del que llevaba el programa electoral morado y derogar la reforma laboral del PP, pero no la del Gobierno de Zapatero.
Libro. No faltó ni el regalo. El libro Historia del Baloncesto en España, que Pablo Iglesias le entregó a Pedro Sánchez. “Es bueno empezar por lo que nos une”, le escribió en la dedicatoria.