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El adiós a Axio Aranburu, entre el monte y el cielo

tres clubes deportivos se dan cita en alsasua para empezar a idear un acto de homenaje al alpinista fallecido el pasado lunes

El adiós a Axio Aranburu, entre el monte y el cielo

“querríamos despedirle en el monte, donde a él más le gustaba estar, porque era difícil pillarle en casa. Pensamos en una salida montañera entre la Cruz de Urbasa y Santa Marina”, comentó ayer un integrante de Altsasuko Mendigoizalek. Este club de montaña es una de las entidades que ya pensaban en diversas posibilidades para brindar un homenaje de despedida a Axio Aranburu Zurutuza, el joven alpinista de 31 años de Alsasua que falleció anteayer en el entorno del macizo de Écrins, en los Alpes franceses. Siempre que la familia esté de acuerdo, las ideas que se barajan son, en un tiempo, llevar a cabo una salida y un vuelo en parapente desde los montes a los que más solía acudir.

Escaladores del rocódromo y representantes de los clubes Baiza Parapente Taldea, la sección de Montaña del club de atletismo Dantzaleku Sakana, y el propio Altsasuko Mendigoizaleak se reunieron durante la tarde/noche de ayer para idear un acto conjunto y otros individuales, siempre vinculados al deporte, sin duda un referente en la vida de este montañero.

“Un grande, era un grande”, expresó Pat Larrañaga, compañero de Aranburu en Baiza Parapente Taldea, un club guipuzcoano de parapente. “Esto le gustaba desde crío, empezó a volar muy joven y era un piloto muy, muy bueno”, recordó.

La juventud de Aranburu y sus ganas constantes en los últimos años de preparar nuevos planes fueron algunos de los comentarios más repetidos entre personas cercanas al montañero y a su familia. “Siempre estaba de aquí para allí, liado con planes”, apuntó Julián Otaegi, de Dantzaleku Sakana.

Ayer, según explicaron fuentes cercanas a la familia, su hermana y su tío acudieron hasta Grenoble, en el sureste de Francia, para aportar la documentación necesaria para poder repatriar el cuerpo, que fue recuperado por el Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña (PGHM) de Isère, al este de Francia, y trasladado a una funeraria.

Aranburu falleció durante una ascensión en el macizo de Écrins, dentro de los Alpes franceses. Al parecer, salió temprano del refugio en esta zona junto a un amiga, de nacionalidad española y 26 años, según apuntó la prensa local, para retomar la subida. Ambos iban encordados pero la cuerda de Aranburu cedió en un punto situado a unos 3.500 metros de altura, y sufrió una caída de varios cientos de metros. Falleció en el acto, según apuntaron las mismas fuentes a Efe, que también detallaron que la joven salió indemne y pudo avisar a un grupo de alpinistas y, estos, a los servicios de emergencia, que acudieron hasta la zona en un helicóptero.

La noticia sacudió el mismo lunes a la localidad. En Alsasua hubo quien recordó la conmoción que sufrió el pueblo cuando dos jóvenes montañeros de 31 años muy conocidos en la zona, Rubén Estébez Arratíbel y Borja Rodríguez Iglesias, perdieron la vida en una caída en la sierra de San Donato. Fue el 25 de junio de 2005. Ahora, tras el fallecimiento de Aranburu, el alcalde de Alsasua, Javier Ollo, trasladó “el apoyo de todo el Ayuntamiento” a la familia, amigos y a los clubes, a quienes mostró su disposición de colaborar con los homenajes o actos de recuerdo que se quieran organizar.