pamplona - Luis Suárez-Carreño se convirtió ayer en la primera víctima del franquismo en presentar una querella individual en España contra tres inspectores de la Brigada Político Social del régimen de Franco, acusados de crímenes de lesa humanidad en relación con un delito de tortura. Se trata de los inspectores Juan Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, Manuel Gómez Sandoval y Tomás Nieto Berrocal, a quienes acusa de participar en su detención en 1973 y de torturarle posteriormente durante los interrogatorios, al tratarse de un miembro de un colectivo opuesto al régimen franquista.
Al margen de las iniciativas penales de los Ayuntamientos de Pamplona y Vitoria por crímenes del franquismo, esta es la primera querella individual de una víctima en España y fue presentada en los Juzgados de Plaza de Castilla de Madrid con el respaldo de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina contra los Crímenes del Franquismo (CEAQUA). A partir de ahora decenas de víctimas de la dictadura presentarán denuncias contra los torturadores, principalmente contra González Pacheco en los juzgados españoles.
La fama de Billy el Niño como “uno de los torturadores más conocidos del tardofranquismo” deja episodios de “crueldad extrema” y “violencia injustificada” ejercidos por el policía de la dictadura, según informó la coordinadora. Testimonios recogidos por el diario Público describen la crueldad del exinspector. Felisa Echegoyen tenía 26 años cuando fue detenida por González Pacheco. Fue golpeada hasta que su cuerpo quedó rígido e inmóvil por un ataque nervioso. Adolfo Rodríguez contó 257 golpes durante uno de los interrogatorios en la Dirección General de Seguridad. Willy Meyer vio cómo metían una pistola entre sus costillas y disparaban. El arma, por suerte, estaba descargada.
Rosa María García fue llevada a “pasear” fuera de los calabozos. Le hicieron creer que la fusilarían en cualquier cuneta. Chato Galante nunca olvidará cómo le colgaron de una barra y lo lincharon a palos cual saco de boxeo. Luis Suárez pensó en repetidas ocasiones en suicidarse en aquellos calabozos. “Billy el Niño era el más conocido, pero él así lo quería. Exhibía constantemente su identidad”, concreta Jesús Rodríguez, también víctima de torturas. “Estaba ufano de su fama. Tengo la sensación de que no ocultaba en ningún momento que se trataba del famoso torturador. Él, de alguna manera, estaba muy orgulloso de hacer lo que hacía y de ser quien era”, recuerda Suárez, que pertenecía entonces a la Liga Comunista Revolucionaria (LCR), en declaraciones a Público.
Tras las denuncias de varios torturados a manos de Billy el Niño ante el juzgado bonaerense, María Servini solicitó al Gobierno español su extradición para ser juzgado en el país austral. La solicitud, sin embargo, fue bloqueada por el Gobierno, recibió la oposición de la Fiscalía y acabó siendo rechazada por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional al considerar que los delitos imputados habían prescrito 30 años antes.
Aquellas denuncias por tortura presentadas en la denominada querella argentina derivaron en una orden, nunca cumplida, de detención internacional contra varios torturadores franquistas.
prescripción El abogado Manuel Ollé explicó que sería “un despropósito grosero” escudarse en la Audiencia Nacional para rechazarla cuando, añadió, la Constitución, el ordenamiento jurídico, el derecho internacional y la Declaración Universal de Derechos Humanos les amparan. Para lograrlo, el equipo jurídico ha incluido un informe pericial cuyas conclusiones son “irrefutables” con el objetivo de que el juez tenga un “elemento valioso y contundente” para avanzar. No obstante, la tipificación del delito como lesa humanidad es clave para que la iniciativa no acabe archivada, ya que no cabría la prescripción; como también lo sería no tener en cuenta la Ley de Amnistía de 1977, que el letrado considera “nula e inexistente” en términos de derecho internacional.
Otro de los abogados que han participado en la elaboración de la querella, Jacinto Lara, ha subrayado que solo persiguen “la verdad judicial, no política, de lo que sucedió aquel entonces”, algo que “en muchos países no sería noticia porque aplican el derecho internacional”. Con todo, aclararon que esta iniciativa no supone un cambio de estrategia respecto de la querella argentina ni la condiciona, pese a reconocer la dificultad de la distancia para que prospere el procedimiento que se sigue en Argentina. Por eso tienen claro que “hay que empezar a golpear fuertemente en tribunales españoles”.- D.N.
luis suárez-carreño “su sadismo era vocacional”
El “sadismo y crueldad” de Billy el Niño eran “vocacionales”, cuenta el denunciante. “Otros policías te golpeaban sin una especial pasión. No digo que sin fuerza e indiferencia ante lo que nos pudiera pasar, pero él intentaba dominarte psicológicamente. Billy el Niño mostraba una pasión y un interés perverso y morboso sobre ciertos aspectos. Era su clave diferencial”, recuerda.