El lema de los Infanzones de Obanos, que controlaban al poder de la monarquía de Navarra era: Pro liberate patria, gens libera state. Viene a significar: En nombre del país, sed libres e iguales. Ése siempre ha sido el anhelo de las gentes de Navarra. Por ello, el 19 de noviembre de 1933, fue también clave para Navarra y España. Por primera vez en nuestro país las mujeres pudieron ejercer su derecho al voto en unas elecciones generales. Un logro fundamental gracias a la valentía y determinación de muchas mujeres. Un hito democrático hacia la igualdad real y sustantiva entre mujeres y hombres.

Desde entonces, en estas nueve décadas hemos vivido avances incuestionables. Progresos en derechos para las mujeres gracias a las políticas públicas de igualdad, a la articulación legislativa, al movimiento feminista…

Navarra está bien situada. Nuestra comunidad es la región española donde las mujeres consiguen más logros, destacando en las áreas de Salud y Poder, según el Índice de Logro Femenino. Lejos quedan aquellas imágenes, de la década de los 80, de un Ejecutivo foral compuesto solo por hombres en su primera línea.

Pero no nos podemos descuidar. Porque nos enfrentamos a las reacciones a esos avances. El negacionismo de la violencia machista no es, por desgracia, nada nuevo. Pero su escalada en los últimos tiempos es preocupante. En la era digital, su propagación es rápida y su alcance, extenso.

Por ello, como vicepresidente primero y consejero de Presidencia e Igualdad, apelo a la unidad democrática, a un pacto de país. Como el alcanzado en su día, en 2015, con la aprobación por unanimidad de la Ley Foral 14/2015, de 10 de abril, para actuar contra la violencia hacia las mujeres, o el más reciente Pacto de Estado contra la Violencia Machista.

Los grandes acuerdos de país son los acuerdos transformadores para avanzar hacia una sociedad más democrática, igualitaria y justa. Porque afrontamos grandes retos como sociedad. El reto de la Cohesión Territorial, el envejecimiento, la transformación digital, el cambio climático, la integración de las personas inmigrantes… Retos que deben ser entendidos como prioridades y oportunidades dentro de un nuevo modelo de país alineado con la Agenda 2030.

Nuestra comunidad avanza. Y lo hace de la mano de un Gobierno de Navarra estable. Que busca consolidar el estado del bienestar, con un sistema público y una administración que potencia unas políticas públicas para el conjunto de la ciudadanía. Un Ejecutivo que, por primera vez en su historia, ha rendido cuentas a la ciudadanía.

Progreso social desde la escucha activa, el diálogo y la búsqueda del consenso. Se trata de una fórmula de éxito que ya hemos experimentado. Recientemente, con la recuperación de una competencia histórica, ejercida pacíficamente por la Comunidad Foral, hasta que hace 60 años fue arrebatada unilateralmente, en tiempos de la dictadura franquista. Traspasar tráfico a Navarra era, sin duda, una cuestión de voluntad política. Un paso más en el fortalecimiento de nuestro autogobierno, que es una de nuestras señas de identidad.

Como también lo es nuestra calidad de vida. Llevamos más de 16 años consolidándonos como líderes de calidad de vida, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). No es casualidad. Es un logro del conjunto de los navarros y navarras.

Un liderazgo que nos debe ayudar para hacer comunidad. Suele ser habitual que coincidamos en la importancia de los proyectos a largo plazo. Aquellos que sobreviven a legislaturas. Proyectos que son de todas y todos. Proyectos de comunidad, independientemente del color del gobierno. Marca Navarra es uno de ellos. Es un reto colectivo centrado en los elementos que unen a los navarros y navarras. En “potenciar los valores de nuestro saber hacer en común”.

Buscamos consolidar y reforzar la imagen interna y externa de nuestra comunidad, mejorar su reputación y competitividad, situarla en el contexto de las grandes regiones a nivel global e incrementar su influencia en el ámbito nacional e internacional. Perseguimos atraer y retener talento y nuevas inversiones.

Marca Navarra es también un espacio de colaboración. Un punto de encuentro y proyección de todos los agentes que trabajan por el desarrollo socioeconómico de Navarra. Alianzas e inteligencia colectiva en un compromiso por lo común.

Ante la pregunta: ¿Cómo se percibirá nuestra comunidad dentro de 20 años? Una Navarra aún más igualitaria, solidaria, sostenible e innovadora. Que genere confianza y atractivo hacia adentro y hacia afuera. Es la Navarra del futuro que esperamos poder dibujar y construir entre todas y todos. Es la Navarra de siempre, que anhela libertad e igualdad.

El autor es vicepresidente primero y consejero de Presidencia e Igualdad del Gobierno de Navarra