pamplona - La Constitución española, en vigor desde que el 6 de diciembre de 1978 se votara en referéndum, es sin ningún género de dudas un texto que pertenece a otra generación. En este sentido, los números son concluyentes. De los 640.647 empadronados en Navarra a 1 de enero de 2016 -último dato oficial disponible-, 440.128 no pudo participar en aquella consulta. Se trata del 68,7% del total, que en ninguno de los casos pudo votar bien porque eran menores de edad (184.451 personas no habían cumplido entonces los 21 años, que era la edad exigida para tener derecho al voto precisamente hasta que se aprobó la Constitución) o bien porque vinieron al mundo una vez despedido el año 1978 (255.677).

Por lo tanto, más de dos tercios de los residentes en Navarra no tuvieron participación alguna en el refrendo de la Carta Magna. Además, hay que tener en cuenta que aquel 6 de diciembre de hace 39 años solo la mitad de los domiciliados en la Comunidad Foral y con derecho al voto se decantaron por escoger la papeleta del sí. De los 361.243 que fueron convocados a las urnas, únicamente 240.695 (el 66,6%) ejercieron su derecho al voto, mientras que 120.548 (el 33,3%) optó la abstención. Y de quienes emitieron su sufragio, 182.207 (el 50,4% de los electores) optaron por apoyar la Constitución, en tanto que 40.804 (el 16,95%) escogieron la papeleta del no, 15.415 (el 6,4%) votaron en blanco y se contabilizaron 2.269 (el 0,9%) papeletas nulas.

el contexto El referéndum de la Constitución se celebró en plena transición política, con lo que todo ello conlleva en cuanto al escaso conocimiento que tenía la ciudadanía de las instituciones y de los partidos que aspiraban a controlarlas. En su inmensa mayoría eran formaciones de nueva creación, de ahí que no resultara sencillo descifrar cuáles eran las pretensiones reales de cada una de ellas.

En Navarra, la UCD de Adolfo Suárez había sido la fuerza más votada en las elecciones de 1977 y había convertido a Jesús Aizpún en diputado. El que en octubre de 1978 se dio de baja en UCD para fundar UPN en enero de 1979 se abstuvo cuando en el Congreso se votó la Constitución, pero en el referéndum pidió que se votara en contra.

En el rechazo a la Carta Magna Aizpún coincidió con otros políticos del momento como Patxi Zabaleta (que luego militaría en Herri Batasuna antes de fundar Aralar en 2001), o Carlos Garaikoetxea (entonces uno de los líderes del PNV y el impulsor de EA en 1986), pero por razones antagónicas. De hecho, Aizpún había abandonado la UCD al discrepar con la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución, que contempla la incorporación de Navarra a la CAV si así lo decide el Parlamento foral y lo ratifica la ciudadanía navarra en referéndum.

Por el contrario, Zabaleta y Garaikoetxea no entendían que Navarra quedara separada de Euskadi, algo que también defendía el PSOE.

En este escenario, de los partidos con mayor implantación en 1978 fueron UCD, todavía sin entrar en la fase aguda de descomposición, y el PSOE quienes más apostaron por esta Constitución. En el conjunto del Estado, se aprobó con el 91,81% de los votos, si bien la participación se quedó en el 67,11%.

DOS REFORMAS Camino de cumplirse cuatro décadas de vigencia, la Carta Magna es un texto que no ha sido sometido a consulta por la inmensa mayoría de la ciudadanía que hoy reside en el Estado español.

Sin embargo, para los partidos mayoritarios se trata de un texto poco menos que sacralizado que no admite casi discusiones, pese a que fue consensuado por una generación que poco tiene que ver con la actual y en un contexto radicalmente distinto al de ahora.

Pese a ello, Constitución ha sido modificada en dos ocasiones. La primera reforma se hizo el 7 de julio de 1992 para adaptar la norma suprema del ordenamiento jurídico a una exigencia del Tratado de Maastricht derivada del ingreso de España en la Unión Europea. La reforma consistió en extender a los extranjeros residentes en el Estado el derecho al sufragio en las elecciones municipales en los casos que exista reciprocidad con los países de origen.

Mucho más polémica fue la segunda y hasta la fecha última reforma. Fue la conocida modificación del artículo 135 que otorga la prioridad absoluta del pago de la deuda pública sobre cualquier otra inversión presupuestaria.

La propuesta se realizó por el procedimiento de urgencia y lectura única en una tarde de verano. Concretamente se aprobó el 23 de agosto con los votos de PSOE, PP y UPN.

La reforma introdujo el concepto de “estabilidad presupuestaria”, que establece un techo máximo de déficit estructural para las comunidades autónomas y el Estado. Dicho déficit queda delimitado por una ley orgánica, que en ningún caso podrá contravenir el techo fijado por la Unión Europea.

La modificación del 135 también afecta a las entidades locales, que quedan obligadas a obtener equilibrio presupuestario a partir del año 2020. Asimismo se establece que el montante del conjunto de la deuda pública no podrá superar el 60% del PIB.

De forma recurrente, normalmente en periodo preelectoral, UPN y PP? acostumbran a pactar que, en el supuesto de que se reforme la Constitución, será el momento de suprimir la Transitoria Cuarta. Regionalistas y populares defienden la retirada de la Carta Magna del instrumento que permite decidir a la ciudadanía su futuro en lo que es una maniobra que atenta de manera frontal contra la democracia.

640.657

residentes en navarra. La Comunidad Foral contaba con 640.647 personas empadronadas a 1 de enero de 2016, fecha del último dato oficial disponible.

440.128

no pudieron votar en 1978. De los 640.657 vecinos que viven actualmente en Navarra, 440.128 no pudieron votar la Constitución de 1978 bien porque eran menores de edad o porque nacieron después.

182.207

DIERON EL SÍ. De las 361.243 personas que tenían derecho al voto en Navarra el 6 de diciembre de 1978, 182.207 votaron a favor de la Constitución. Además, 40.804 (el 16,95%) decidió votar en contra.

120.548

se abstuvieron. El referéndum de la Constitución contó con un porcentaje alto de abstención. En concreto, 120.548 ciudadanos (el 33,3%) optó por no ejercer su derecho al voto en Navarra.