- La unidad de Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado ha comunicado tanto a la Fiscalía navarra como al resto de autonómicas su preocupación por las adopciones y acogimientos de perros de “naturaleza fraudulenta” que se puedan producir durante la actual crisis sanitaria.

Así, se ha remitido un oficio a las policías para que estén vigilantes en cuanto a las adopciones que puedan responder a intereses espurios, sean excusa para poder salir a la calle durante el confinamiento y pueda luego ocasionar un abandono de dicho animal. Advierten de que el abandono es delito. Pero ninguna de esas situaciones parece que puedan darse en Navarra, donde el colectivo de las protectoras de animales apenas registra movimientos de adopciones desde el confinamiento.

Eneko Erce, de Egapeludos, en Estella, expone que desde el 15 de marzo solo han entregado un perro en adopción. Y, desde luego, no cumple con los criterios perseguibles que cumple la directriz de Fiscalía. “Se trata de una adopción de una familia que ya tenía previamente otro perro y que se interesaron por este mucho antes de que fuera el decreto de alarma. Desde entonces, hemos recibido unas tres o cuatro peticiones de información para adoptar alguno de nuestros perros y perras, pero ninguna se ha efectuado porque casi todos los posibles adoptantes nos repetían el mismo mensaje: querían esperar a que transcurriera la cuarentena y que adoptarían cuando esto hubiera pasado. No hay nadie, ni yo ni mis compañeros/as de otras protectoras, que nos haya pedido una adopción de inmediato”, apunta el estellés. Erce destaca que al mes suele recibir varias decenas de solicitudes de adopción tanto de perros como de gatos y que el año pasado entregó 30 perros en adopción. “Pero no veo que la gente esté tan desesperada como para adoptar un perro para poder salir de casa.

Y tampoco apreciamos un abandono. Lo que sí está ocurriendo es que se están generando problemas con diversas colonias de animales, como los patos del río y otras especies en parques de la localidad, o colonias felinas, con cantidad de gatos en varios municipios que nos obligan a actuar a los voluntarios. Esos animales han dejado de ser silvestres y se han convertido en fauna sinantrópica, dependiente de que el ser humano les alimente. Por eso, ahora es mejor tener a una colonia controlada en un punto que no moleste”, advierte. “De no ser así, acudirán donde encuentren alimento”.

Desde el centro de protección animal de Etxauri, con capacidad para 90 animales, su responsable afirma que no han tenido adopciones y que los perros no pueden salir porque no nos dejan tener visitas. Pero tampoco estamos teniendo más llamadas de lo habitual, solo ha habido dos o tres para adoptar. La mayoría lo hace no para llevárselo ahora, algo de lo que ya son conscientes. Y no tenemos constancia de que haya más abandono de animales”.